Luego de 13 años, el caso de la desaparición de la pequeña británica Madeleine McCann se cerró. La justicia de Alemania se pronunció y dijo que la chica está muerta.
Los fiscales que llevan el caso se lo comunicaron a sus padres, pero no les revelaron mayores detalles.
Hans Christian Walters, quien lidera las investigaciones, dijo que ni siquiera van a dar informes completos a sus homólogos de Portugal o el Reino Unido para no descarrilar el caso y ponerlo en peligro.
Por los momentos, solo tienen a un sospechoso, Christian Brueckner, quien sigue bajo custodia.
Esto es un giro opuesto a declaraciones anteriores de los fiscales, que aseguraron hace unos días que la chica desaparecida podría seguir con vida.
Madeleine, nacida en Leicester, Reino Unido en 2003, desapareció cuando estaba de vacaciones con su familia en un centro turístico de Praia Da Luz, Portugal, en 2007.
Ella estaba durmiendo con sus hermanos cuando no volvió a ser vista. Sus padres cenaban a unos 200 metros de la habitación donde ella estaba.
Desde ese año, en Portugal, Alemania y Reino Unido, se dio inicio a esta extensa investigación para dar con su paradero.
La abuela de Madeleine, Eileen McCann murió hace unas semanas de coronavirus.
