Van poco más de dos meses en que muchos países del mundo han aplicado cuarentena para paliar la expansión del coronavirus, que ha cobrado la vida de al menos 300 mil personas y dejó más de 3.5 millones de contagiados. Estados Unidos, España e Italia, son los tres países con mayor incidencia en estos casos, superando a la propia China, donde se originó la enfermedad que devino en pandemia.
Las naciones ya están pensando en una reapertura de su vida normal, especialmente por el aspecto económico. Todavía se siguen tomando las precauciones como el distanciamiento social, uso de mascarillas y guantes de látex, como formas de evitar contagios.
Estos pensamientos están siendo recurrentes en muchos países, aun cuando la OMS ha dicho que es muy probable que se deba acudir nuevamente al confinamiento social. De un posible reinicio de actividades, se identificaron seis aspectos post pandemia.
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Ritmo del progreso
Bajo circunstancias normales, las guías de protocolo en situaciones médicas habrían durado meses. Esta pandemia, con las experiencias compartidas, obligó a muchos sistemas a adaptarse en cuestión de días. Incluso, se vio como en China y Reino Unido se levantaron hospitales en poco tiempo para atender esta crisis sanitaria.
Todo esto contó con empresas biomédicas, universidades y startups que aceleraron la creación de vacunas y pruebas para la enfermedad.
Importancia de los estándares
Hubo lecciones duras que el COVID-19 dejó en el personal médico sobre los estándares clínicos. Los médicos buscaban cómo asesorarse en materia de dilemas éticos no deseados, especialmente si los recursos llegaban a sus límites.
Por ello, las academias de Ciencia, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos crearon un Comité Permanente de Preparación para Infecciones Emergentes y Amenazas del siglo XXI, que en un mes ya lleva 11 documentos para consulta rápida de expertos.
Protección al personal de salud
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El COVID-19, al igual que el ébola, SARS y MERS, puso en riesgo la salud del propio personal médico. De hecho, hay galenos que fallecieron a causa del coronavirus, lo que determinó cuán peligrosa es esta enfermedad.
La actual pandemia puso en el tapete lo vulnerable que está el personal médico en el mundo y las fallas que existen para protegerlos ante esta situación. Todo ameritó un profundo aprendizaje.
Proximidad y telemedicina
La implementación de la telemedicina estaba atrasada y se desperdició tiempo en la preparación ante amenazas específicas en un escenario global.
En la última década hubo advertencias de esta falta de preparación, que ahora se están tomando muy en cuenta.
Desigualdad
Los sectores más pobres son los más vulnerables a la enfermedad. Lo mismo con minorías sin representación, indígenas y reclusos. Las bajas en esos sectores abarcan un número importante de las mismas que en estratos sociales más altos.
Adiós a la vieja normalidad
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Las nuevas imposiciones como el distanciamiento social, uso de mascarillas y guantes, trabajo a distancia, ahora marcan la pauta. Además, ahora hay que tener más en cuenta las orientaciones científicas y a discernir entre noticias reales de las falsas.
En eso último, las redes sociales han trabajado mucho para erradicar la información falsa para así abrir paso a noticias que se deben tomar en cuenta para evitar contagios y saber más sobre el virus.
Juan Afonso
