Cinco razones por las cuales el control de precios falló en Venezuela

La medida volvió a ser aplicada un mes atrás, y no dio avances

Hace un mes, el gobierno venezolano anunció el retorno de los llamados "precios acordados", que en la práctica es un control de precios, aun cuando hay empresarios que no se suscribieron a dichos acuerdos, como ocurrió con Empresas Polar.

Tras ese tiempo, muchos expertos en economía veían que la medida fallaría, y el transcurso de los días terminó dándoles la razón. Con una caída estrepitosa en todos los sectores, una hiperinflación que va para tres años, y una dolarización que se abrió paso a la fuerza, las cosas no sufrieron ningún cambio en Venezuela.

Hay unas cinco razones por las cuales esta medida fracasó y los expertos lo explican de la siguiente manera:

1) Sigue la hiperinflación

Dentro del chavismo se esperaba que el control de precios frenara la inflación, pero, se sabía que esto no sería así, si consideramos la experiencia pasada. Los precios siguieron subiendo, especialmente del dólar paralelo, que ya ha pasado los Bs 200 mil.

Con esto, el que no tenga acceso a dólares o euros, están en precarias condiciones de adquirir alimentos. Abril cerró con un inflación de 80%, por debajo de 50 puntos. Esto dejó inútil la medida del gobierno, y más porque siguen generando dinero inorgánico para financiar las deudas que dejaron.

2) Control sin impactos

El chavismo ha estado aplicando controles a la economía desde 1999, pero entre 2014 y 2018, con el mando de Nicolás Maduro, estas medidas provocaron una fuerte escasez de alimentos y medicinas, lo que generó que muchas personas perdieran peso de manera forzada y reaparecieran enfermedades que estaban erradicadas y/o controladas.

Un ligero cambio se vio cuando Maduro, casi sin pronunciarse, permitió que divisas como el euro y el dólar estadounidense, circularan sin problemas, derogando así la Ley de Ilícitos Cambiarios. Esto trajo como resultado que los anaqueles que pasaron vacíos por años, volviera a exhibir productos, pero evidentemente, sus precios estaban atados a moneda dura, lo que permitía a pocos hacerse con ellos.

Ahora, con el regreso del control de precios, el temor retornó entre los comerciantes y ciudadanos que vaticinaron al unísono un nuevo desabastecimiento. Pero esto jamás ocurrió porque los controles no funcionaron y los anaqueles siguen llenos.

3) Fue ruido político

La medida del chavismo fue más un ruido político que algo netamente económico. Maduro buscaba que la gente se calmara ante los nuevos focos de saqueo que se presentaron porque debido a la pandemia y la crisis de combustible, muchos abastos se quedaron sin existencias, y la desesperación reinaba en la gente.

Estos hechos dejaron un muerto en el estado Bolívar, al sur del país.

4) El control sigue siendo un peligro

Expertos dicen que aunque no ocurrió una escasez tras la imposición del control de precios, esta medida sigue siendo peligrosa.

Hay quienes creen que el chavismo podría radicalizar el control en algún momento si las cosas no marchan como ellos quieren. El gobierno  de Maduro flexibilizó el año pasado el control de cambio que rige desde 2003, para que la economía se autorregulara.

Ahora, la tasa del dólar paralela, por años criminalizada por el oficialismo, va a la par de la tasa del Banco Central de Venezuela, aunque la segunda no presenta muchas variaciones.

5) Las monedas locales mueren

Los expertos en economía creen que estas medidas de relajación de controles cambiarios sentenciaron a muerte al bolívar, que es la  moneda nacional,  y también al criptoactivo creado e impulsado por Maduro, el Petro. Esta moneda digital está bastante cuestionada hasta en los mercados de intercambio de este tipo de dinero.

Entre trabajadores públicos y pensionados, hay al menos 7 millones de personas, que perciben bolívares, y esto es menos de 10 dólares al mes. El sector privado sufrió más esto porque las alzas que hubo dejaron con menos poder adquisitivo a este sector.

 

Juan Afonso

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