La sociedad chilena se debate en dos temas: por un lado, los ciudadanos que protestan hace semanas por derechos básicos y reivindicaciones sociales. Por el otro, el gobierno que dirige Sebastían Piñera estudia aplicar una Constituyente para cambiar la Carta Magna del país austral.
Esta vez, los gremios estudiantiles, docentes, sanitarios y la ciudadanía autoconvocada, salieron este lunes para exigir esos derechos que aseguran, le están siendo negados a esos sectores de la ciudadanía austral.
Esto a las puertas de una paralización general tras más de 20 días de protestas que dejaron una veintena de fallecidos y cientos de heridos.
Para frenar esta oleada violenta, el gobierno abrió las puertas de una Constituyente con amplia participación ciudadana para cambiar la Constitución, pero desde la administración gubernamental reconocen no saber cómo aplicarla ni a qué va orientado esto.
Para intentar buscar respuestas, el gobierno apela a los cabildos auto convocados para hallar una solución a este planteamiento.
EFE