Es harto conocido que el salario mínimo más bajo de todo el continente americano, y uno de los más bajos del mundo es el de Venezuela, con menos de $3 si se toma la tasa del dólar que ofrece el mercado negro.
Y de hecho, sigue siendo baja aun con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, que no varía mucho de la paralela, y sumado a que el bolívar lleva casi cuatro años en hiperinflación.
Esta situación ha dejado un éxodo masivo de casi 6 millones de personas, según diversas ONG. Quienes no han podido salir de Venezuela, optan por hacer trabajos a distancia pagados en moneda dura.
Los más inusuales, se dedican a jugar ciertos videojuegos donde se consiguen beneficios económicos. Títulos como RuneScape se han convertido en un referente en el país sudamericano. También se conocen otros como World of Warcraft, Tibia o DOTA 2.
Pero también han entrado otros en acción, como Axie Infinity, que consiste en la crianza y enfrentamiento de mascotas digitales a cambio de dinero, pero se requiere una inversión de $1200 para entrar de lleno ahí. No obstante, hay quienes ofrecen "becas" para ser parte del juego.
Según la página de estadísticas de videojuegos, PlayCounter, Venezuela es el segundo país con más usuarios de Axie Infinity, por detrás de Filipinas, lo que habla del auge que estos juegos tienen en la nación caribeña, considerando su muy dura crisis económica.
La pega con estos juegos es que hay gente que gasta altas cantidades de dinero para hacerse con artículos raros, exclusivos o muy difíciles de conseguir para cualquiera que esté jugando.
Juan Afonso
