Una invasión por vía militar de Ucrania por parte de Rusia es cada vez más latente. El pasado fin de semana, más de 20 países entre los que se cuentan Estados Unidos, Alemania, Australia, Japón, Corea del Sur, Irak, Singapur, entre otros, comenzaron a pedir a sus ciudadanos que salieran lo antes posible de la ex nación de la Unión Soviética.
Vladimir Putin, presidente ruso, ya ha tenido conversaciones y reuniones con los mandatario de Estados Unidos y Francia, Joe Biden y Emmanuel Macron, respectivamente, en torno a este tema.
Si bien hubo una pequeña esperanza de que en esas conversaciones se lograra evitar el avance ruso, lo cierto es que nada ha cambiado, y se cree que esta misma semana ocurra una toma por la fuerza de la nación ucraniana, según informes de inteligencia.
La Unión Europea y Estados Unidos acordaron que sancionarán a Rusia si esta toma militar se da, pero Putin se ve cada vez más decidido a atacar.
Los ciudadanos de Ucrania no se han quedado de brazos cruzados, y salieron a manifestar su descontento con la situación en que se encuentran gracias a las pretensiones expansionistas rusas. La OTAN en pleno le ha dado su respaldo al país ante la amenaza de invasión.
Por su lado, Putin alega que la expansión de la OTAN en el este europeo es peligrosa, lo que lo ha llevado a movilizar sus tropas a la frontera con Ucrania.
A esto se sumó Bielorrusia, que tomó partido a favor de Rusia, y sus Ministerio de Defensa contactó al de Ucrania para abogar por un diálogo que logre garantizar la seguridad en esa región.
Por ahora, los vientos de guerra siguen soplando, pero no ha habido mayores repercusiones.
Juan Afonso
