El ultraderechista Partido de la Libertad habría quedado como primera fuerza en las elecciones generales de Austria con un 29,1%, según sondeos a pie de urna, seguido del conservador Partido Popular del actual canciller, con un 26,2%, y de los socialdemócratas, que obtendrían un 20,4%.
Los austriacos votaron este domingo en unas elecciones legislativas a nivel nacional en las que el ultraderechista Partido de la Libertad participaba con el objetivo de lograr por primera vez una victoria que rentabilizase en las urnas las inquietudes ciudadanas en torno a asuntos como la inmigración, la inflación, Ucrania y otras preocupaciones que también resuenan en los recientes avances de la extrema derecha en otras partes de Europa.
Herbert Kickl, exministro del Interior y estratega de campaña que ha liderado el Partido de la Libertad desde 2021, no ocultó a lo largo de la carrera electoral sus pretensiones de convertirse en el nuevo canciller autríaco.
Kickl ha empleado de hecho el término 'Volkskanzler', o canciller del pueblo, que fue utilizado por los nazis para describir a Adolf Hitler en la década de 1930. Aunque, a pesar de los paralelismos, el líder de la formación ultra ha rechazado la comparación.
Pero la aritmética parlamentaria no se lo pondrá fácil, dado que para convertirse en el nuevo líder de Austria, necesitaría un socio de coalición que cuente con una mayoría en la Cámara Baja, y sus rivales ya han anticipado que no trabajarán con Kickl.
Las encuestas más recientes habían apuntado a una carrera muy disputada entre el Partido de la Libertad, que partía con un 27% de apoyo en los sondeos, y el Partido Popular Austríaco del actual canciller, Karl Nehammer, con un 25%. Ambos seguidos por los socialdemócratas de centroizquierda con un 21%.
Las declaraciones de Nehammer al votar este domingo dan una pista de lo que puede estar por venir en las negociaciones de los próximos días. "Es importante desde mi punto de vista proporcionar estabilidad como político responsable, pero también al centro político, para que los radicales no tengan ninguna oportunidad", dijo.
Más de 6,3 millones de personas mayores de 16 años tenían derecho a votar en los comicios para elegir para el nuevo Parlamento de Austria, un miembro de la Unión Europea (UE) que tiene una política de neutralidad militar.
Kickl ha logrado un cambio de rumbo desde las últimas elecciones parlamentarias de Austria en 2019. En junio, el Partido de la Libertad ganó por un estrecho margen en las elecciones al Parlamento Europeo, que arrojaron su primera victoria en una votación a nivel nacional. Los comicios para la Eurocámara también supusieron avances para otros partidos europeos de extrema derecha en el Viejo Continente.
En 2019, su apoyo se desplomó al 16,2% después de que un escándalo hiciera caer a un Gobierno de coalición en el que era un socio menor. El entonces vicecanciller y líder del Partido de la Libertad, Heinz-Christian Strache, dimitió tras la publicación de un vídeo grabado en secreto en el que parecía ofrecer favores a un supuesto inversor ruso.
En su programa electoral, el ultraderechista Partido de la Libertad pide la expulsión de "extranjeros no invitados", la consecución de una nación más "homogénea" mediante un estricto control de las fronteras y la suspensión del derecho de asilo mediante una "ley de emergencia", en lo que algunos analistas ven como una escalada retórica "agresiva", deliberadamente provocadora y aún más escorada a la derecha.
El Partido de la Libertad también pide el fin de las sanciones contra Rusia, es muy crítico con la ayuda militar occidental a Ucrania y quiere retirarse de la iniciativa europea 'Sky Shield', un proyecto de defensa antimisiles promovido por Alemania.
El líder de los socialdemócratas, un partido que dirigió muchos de los Gobiernos de Austria posteriores a la Segunda Guerra Mundial, se ha posicionado como el polo opuesto de Kickl. Andreas Babler ha descartado gobernar con la extrema derecha y ha etiquetado a Kickl como "una amenaza para la democracia".
Euronews