Bielorrusia y Polonia mantienen tensión en frontera

El Ejecutivo polaco aprobó una reforma de la ley de extranjería para permitir expulsiones inmediatas de migrantes ilegales

El Ministerio de Exteriores de Bielorrusia denunció hoy que Polonia busca de modo sistemático incrementar la tensión en la frontera para justificar la construcción de un muro entre ambos países y buscar financiación adicional de Occidente.

"Preocupan seriamente los intentos sistemáticos de Varsovia de atizar sin fundamento alguno las tensiones en la frontera", expresó el Ministerio de Exteriores en un comunicado, en el que calificó de "infundadas" las acusaciones de Polonia sobre una supuesta incursión de militares bielorrusos el 2 de noviembre.

Según la Cancillería bielorrusa estas acciones no son más que "una provocación común y un intento sistemático de demonizar a Bielorrusia".

Bielorrusia acusó a Polonia de intentar distraer así a la comunidad internacional de las "violaciones flagrantes" de los derechos humanos de los migrantes y refugiados y "justificar ante la opinión pública polaca acciones impopulares para erigir una valla y militarizar la frontera".

El viceministro polaco de Defensa, Marcin Ociepa, defendió este miércoles la construcción de un dispositivo defensivo y de vigilancia a lo largo de la frontera con Bielorrusia que costará más de 350 millones de euros, en respuesta al creciente flujo migratorio procedente del vecino país.

El proyecto, que se ejecutará según una ley que entra en vigor este miércoles, tras ser sancionada por el presidente Andrzej Duda el martes, contempla el levantamiento de un muro de tres metros de altura que costará unos 330 millones de euros y un sistema de vigilancia electrónica valorado en más de 20 millones.

Ociepa justificó la construcción del muro y aseguró que "la seguridad y los sentimientos humanitarios pueden conciliarse", y afirmó que "cualquiera que cruce la frontera (con Bielorrusia) será atendido según el procedimiento apropiado".

Hace pocas semanas, el Ejecutivo polaco aprobó una reforma urgente de la ley de extranjería para permitir expulsiones inmediatas de migrantes ilegales, sin que se consideren siquiera sus peticiones de asilo.

Según datos de la Guardia de Fronteras polaca, desde que comenzó el año se han detectado unos 29.000 intentos de entrar ilegalmente en Polonia desde Bielorrusia, de los cuales más de 15.000 han ocurrido en octubre.

Actualmente, el Gobierno polaco mantiene desplegados más de 10.000 efectivos en la zona, 6.000 de ellos militares.

Además, acusó al régimen de Aleksander Lukashenko de permitir "provocaciones" que incluyen el lanzamiento de piedras, disparos de fogueo y amenazas por parte de "personas con uniformes militares" en el lado bielorruso.

Desde el recrudecimiento de la crisis migratoria, Varsovia ha recibido acusaciones de expulsar ilegalmente a migrantes.

Un reportaje de la cadena polaca TVN24 emitido el martes mostró cómo miembros de la Guardia Fronteriza polaca interceptaban a un grupo de migrantes de Kurdistán, entre los que había varios niños, y supuestamente les obligaban a volver a territorio bielorruso.

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