Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) no solo ha sido señalado de formar parte del Cártel del Pacífico, al que García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública que fue arrestado el pasado 17 de diciembre en EE.UU. por presuntos vínculos con la mafia, presuntamente brindó protección durante su sexenio, también fue acusado de haber ordenado el asesinato de un periodista.
El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, fue quien acusó al expresidente de ser parte de la organización que fundaron Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada. “Miren el tamaño de la inercia de esta espiral de violencia y criminalidad que desató Calderón, que dura hasta nuestros días, y lo hizo porque él era parte de un grupo delictivo, o sea finalmente si él brindaba protección a través de García Luna a un grupo delictivo, pues él era parte de esa banda”, afirmó el legislador.
En el caso del periodista, la historia se remonta al año 2008, cuando Felipe Calderón cumplía dos años en el poder y la “guerra contra el narco” se había declarado un año y medio antes.
En aquel entonces Jesús Lemus Barajas era director de un medio local en el municipio de La Piedad, en Michoacán, el estado que se convertiría en el epicentro de la confrontación contra los cárteles de la droga.
En medio de esa ofensiva, Lemus Barajas empezó a publicar información en la que relataba presuntas relaciones de gente cercana a Calderón con el Cártel de la Familia Michoacana, concretamente entre su hermana Luisa María Calderón y el narcotraficante “La Tuta”.
Pero en poco tiempo sucedió lo que nunca hubiera pensado: el 7 de mayo fue detenido en Guanajuato, acusado de ser el segundo de los líderes más importantes de la Familia Michoacana.
La orden venía del entonces presidente Felipe Calderón, aseguró el reportero, quien ahora vive en el exilio. “De nadie más pudo haber venido la orden. Yo no tenía ni la más mínima relación con el Gobernador de Guanajuato como para que él me haya mandado a su Policía Ministerial”.
Lemus se salvó por poco gracias a la organización Reporteros Sin Fronteras, pues sus colegas actuaron de inmediato. “Eso fue lo que a mí me salvó la vida, porque realmente la intensión era matarme, pero cuando aparece el comunicado de RSF, el comandante va y me recoge de la casa de seguridad”, añadió.
Sin embargo. al periodista le imputaron falsos cargos de delincuencia organizada y narcotráfico, y fue enviado a un penal de alta seguridad donde convivió con jefes narco, secuestradores, criminales y hasta el asesino confeso de un ex candidato a la presidencia.
Lemus salió libre luego de que un juez determinara que no había elementos suficientes para haberlo condenado por asociación delictuosa y fomento al narcotráfico.
