Sector construcción alemán fue un "motor" coyuntural durante la pandemia

Angela Merkel afirmó que la industria de viviendas generó grandes ingresos

 

La canciller alemana, Angela Merkel, destacó este martes el papel de "motor coyuntural" del sector de la construcción durante la pandemia e hizo un balance positivo de la política de vivienda de su gobierno en estos últimos tres años a pesar de lo mucho que, según dijo, queda por hacer.

En un discurso en el marco de una cumbre virtual sobre la situación del sector de la vivienda, la canciller subrayó la importancia del sector como "pilar de la actividad económica" en el estado actual.

El ministro de Construcción y Vivienda, Horst Seehofer, precisó que en 2020 se construyeron en Alemania 300.000 viviendas -la cifra más elevada en 20 años- frente a 150.000 en 2009, aunque reconoció que aún así queda mucho por hacer para solventar la escasez de espacios asequibles.

Se mostró convencido de que en lo que queda de legislatura, el gobierno podrá cumplir su objetivo acordado en el acuerdo de coalición entre conservadores y socialdemócratas de construir 1,5 millones de viviendas nuevas, que si no están acabadas para septiembre próximo, estarán al menos en proceso, dijo.

La canciller destacó el apoyo del gobierno en lo que se refiere a la construcción de vivienda social, a la que tienen derecho, recordó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, "no una minoría", sino incluso alrededor de la mitad de los ciudadanos y hogares en Alemania.

Agregó que el hecho de no haber logrado construir toda la vivienda social deseable debe servir de "impulso" para el futuro.

Recordó que el gobierno ha puesto a disposición para esta "ofensiva" de construcción de vivienda un total de 5.000 millones de euros, con mil millones adicionales al año para que pueda haber una planificación segura.

El alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller, defendió por su parte medidas como la controvertida ley que entró en vigor hoy hace un año y que congela los arrendamientos en esta ciudad durante cinco años y establece un tope al precio de la vivienda de alquiler.

Müller reconoció es "controvertido legalmente si se puede justificar semejante injerencia y cómo se puede hacer", si la ley se sostiene ante los tribunales, pero recordó que habrá una sentencia del Tribunal Constitucional al respecto.

Independientemente de lo que se decida, la cuestión de medidas para frenar los precios de los alquileres "ya no se puede eliminar del debate político y social".

Está claro que "muchos necesitan un respiro" ante el aumento de los alquileres, -que no va a la par con las subidas salariales, dijo-, y hasta que se haya logrado con la nueva construcción "un alivio más notable dentro del mercado inmobiliario".

En ese sentido subrayó los dos pilares a tener en cuenta cualquier discusión en torno a la vivienda: la construcción y la regulación de los alquileres.

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