Con el avance de la pandemia por el coronavirus por el mundo, la investigación científica está desentrañando cuál es el impacto que la infección está produciendo en diferentes grupos de la humanidad. Las embarazadas son un grupo de riesgo de desarrollar complicaciones si se contagian del virus si no están vacunadas con el esquema completo. Dos nuevos estudios científicos han revelado que las embarazadas con síntomas de la enfermedad Covid-19 corren más riesgo de sufrir complicaciones de urgencia y otros problemas. Además, la enfermedad también pone en riesgo a sus hijos.
Más de 270.000 embarazadas han enfermado de COVID-19 en el continente americano, y más de 2.600 han muerto a causa del coronavirus, según el último reporte de la Organización Panamericana de la Salud sobre ese grupo de la población. En la Argentina, según informó este mes el Ministerio de Salud de la Nación, desde el inicio de la pandemia hubo 22.239 personas gestantes que tuvieron COVID-19. De ese total, 208 han fallecido: 41 fallecieron en 2020 y 167 este año. El promedio de edad entre las personas embarazadas era de 32 años.
Uno de los estudios fue presentado días atrás en la reunión anual de Anestesiología 2021 en los Estados Unidos. Demostró que las mujeres embarazadas con Covid-19 sintomático presentaban un mayor porcentaje de complicaciones de urgencia en comparación con las que daban positivo pero no tenían síntomas.
Estudiaron a las 100 madres con Covid-19 que dieron a luz entre marzo y septiembre del año pasado en un hospital de Texas. El 58% de las que tenían infecciones sintomáticas dieron a luz en circunstancias de emergencia, según el estudio que aún no ha sido revisado por pares. En el caso de las que tenían un caso asintomático, lo hizo el 46%.
Además, los investigadores encontraron que las madres con síntomas tenían más probabilidades de sufrir complicaciones de urgencia que suponían un peligro para el bebé. Más bebés nacían de nalgas, era más probable que hubiera una disminución de los movimientos fetales y algunos tenían muy poco líquido amniótico. Otro de los resultados fue que los bebés nacidos de las madres con síntomas del COVID-19 tenían muchas más probabilidades de necesitar oxígeno y de ser ingresados en la unidad de cuidados intensivos.
De acuerdo con Kristine Lane, estudiante de medicina de la rama médica de la Universidad de Texas, en Galveston, Texas, que participó en la realización del estudio, es posible que los efectos sistémicos que produce la infección por el coronavirus se amplifiquen en las madres embarazadas, que tienen mayores demandas de oxígeno fetal y materno.
Por otro lado, se difundió otro estudio realizado en Israel, que sí fue revisado por pares. Se publicó en la revista The Journal of Maternal-Fetal & Neonatal Medicine. Consistió en investigar el impacto del Covid-19 en las mujeres en el tercer trimestre de su embarazo.
Los científicos examinaron los registros de más de 2.400 mujeres en un hospital de Israel entre marzo y septiembre del año pasado y observaron diferencias significativas en la salud de las mujeres que tenían Covid-19 y las que no. De las pacientes con Covid-19 positivo, el 67% eran asintomáticas.
Encontraron también que las mujeres que tenían Covid-19 sintomático eran las que tenían más problemas. El estudio fue realizado por el doctor Elior Eliasi, del Centro Médico Mayanei Hayeshua, y colegas. Las mujeres con el virus tenían tasas más altas de diabetes gestacional, un recuento de glóbulos blancos más bajo y experimentaban un sangrado más abundante durante el parto. Sus bebés también experimentaron más problemas respiratorios.
El aumento del riesgo de problemas era casi un 20% mayor en las mujeres que presentaban síntomas de Covid-19, y un 14% mayor en las personas con Covid-19 asintomático. A diferencia de las otras investigaciones, este estudio no descubrió que las mujeres sintomáticas tuvieran una probabilidad significativamente mayor de dar a luz antes de tiempo. El estudio tiene limitaciones, ya que sólo analizó a las mujeres de un hospital, por lo que sus conclusiones pueden no ser válidas para todas las personas embarazadas.
Los resultados de las investigaciones señalan la importancia de que las embarazadas reduzcan el riesgo de contagiarse el virus. Además del uso del barbijo o mascarilla, la ventilación en espacios cerrados y el distanciamiento, se requiere el acceso a la vacunación completa. Pero aún falta para que todas estén vacunadas. En los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., sólo un tercio de las personas embarazadas están totalmente vacunadas contra el Covid-19.
Las vacunas pueden proteger a las mujeres embarazadas del contagio de Covid-19 y, en caso de que se produzca un brote, es mucho más probable que una persona vacunada tenga síntomas leves, si es que los tiene. La protección que proporciona la vacuna también se transmite al recién nacido.
Tras advertir que el COVID-19 representa un grave riesgo para las mujeres embarazadas, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, instó a los países a dar prioridad a la vacunación de este grupo en América Latina y el Caribe el mes pasado. “La OPS recomienda que todas las mujeres embarazadas, después del primer trimestre de gestación, así como las que están amamantando, reciban la vacuna COVID-19″, afirmó la doctora Etienne. Añadió que “las vacunas aprobadas por la OMS son seguras de administrar durante el embarazo y son una herramienta fundamental para proteger a las futuras madres durante la pandemia”.
El problema de las embarazadas con COVID-19 es especialmente grave en México y Colombia, donde la enfermedad se ha convertido en la principal causa de muerte materna en 2021. Al mismo tiempo, México, Argentina y Brasil representan la mitad de las muertes por COVID-19 entre las embarazadas de la región en septiembre.
“Durante las últimas tres décadas, América Latina y el Caribe lucharon por reducir la mortalidad materna”, indicó la doctora Etienne. “Ahora la pandemia amenaza borrar 20 años de logros conseguidos con mucho esfuerzo”, advirtió. La pandemia también amenaza la atención de salud a las embarazadas.
Al menos el 40% de los países de la región han informado interrupciones en la atención materna y neonatal en medio de la pandemia. Algunos países, como Belice y Guatemala, informan de que la atención relacionada con el embarazo se ha interrumpido en más de la mitad de los centros de salud.