El Gobierno francés replicó este lunes a las acusaciones del Reino Unido, que se queja de una supuesta inacción policial en Francia para poner coto a las llegadas de migrantes irregulares a sus costas, que han alcanzado niveles récord en los últimos días.
El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, subrayó que "los británicos no pueden darnos lecciones" e instrumentalizar a los franceses en sus debates de política interior, según dijo en una entrevista al canal CNews.
Darmanin recibe esta tarde a su homóloga británica, Priti Patel, en un contexto de tensión entre los dos países por diversos asuntos como las licencias de pesca, pero sobre todo por los flujos de migrantes que tratan de llegar al Reino Unido de forma clandestina desde el norte de Francia.
El ministro francés avanzó que tiene intención de recordar a Patel que la mayor parte de las ONG que actúan en las zonas de donde salen los migrantes para el Reino Unido y que "impiden trabajar a la policía y a la Gendarmería" son británicas. También que los traficantes que les ayudan a cruzar el Canal de la Mancha con frecuencia están instalados en el Reino Unido.
Sobre todo, culpó al funcionamiento del mercado laboral del Reino Unido del efecto llamada para los migrantes, ya que se permite que trabajen los sin papeles, utilizados como "un ejército de reserva".
En concreto, hizo notar que esas personas acuden a los puertos franceses de Calais y Dunkerque desde donde quieren entrar al Reino Unido porque saben que allí podrán trabajar.
"Si los británicos cambiaran drásticamente su legislación (los inmigrantes) no estarían en Calais o en Dunkerque. Por tanto, somos nosotros los que sufrimos la política británica, no a la inversa", puntualizó.
El ministro francés se declaró "muy favorable" a revisar los acuerdos bilaterales que desde los suscritos en Le Touquet en 2003 desplazaron los controles de la frontera a la costa francesa, donde incluso hay presentes agentes británicos.
Pero al mismo tiempo, avisó de que cambiar esos acuerdos no será la solución y repitió que el Reino Unido tiene que "tomar decisiones extremadamente fuertes".
Un portavoz del Ministerio británico de Interior había calificado de "inaceptable" el número de migrantes llegados de Francia, después de que solo en la jornada del jueves fueran más de 1.000, lo que supuso un nuevo récord en una jornada.
El mismo jueves, Francia había dado por desaparecidos a tres migrantes al término de cuatro operaciones de rescate en el mar en las que sus servicios de salvamento recuperaron a 52 personas que habían tratado de cruzar el Canal de la Mancha en diferentes embarcaciones, y que fueron conducidas a puertos franceses.
Según los registros franceses, en los diez primeros meses de este año 24.655 personas intentaron atravesar de forma clandestina por mar el Canal de la Mancha para llegar al Reino Unido, frente a 9.551 en todo 2020. De todas ellas, los servicios franceses de salvamento habían rescatado a 5.713 entre enero y octubre.
Ante el reforzamiento de los controles en el eurotúnel y en el puerto de Calais, que han hecho más difícil que los migrantes se cuelen en los trenes o en los ferris, la mayor parte lo intentan por vía marítima a pesar del grave peligro que suponen el intenso tráfico marítimo y el mal tiempo que suele afectar a la zona.
De acuerdo con Darmanin, en la actualidad hay unos 600 migrantes que quieren cruzar el Canal de la Mancha en Calais y otros 1.400 entre esa ciudad y la frontera belga.
