La última publicación de datos del catálogo Gaia incluye información nueva y mejorada de casi 2.000 millones de estrellas de la Vía Láctea y «descubrimientos sorprendentes», como la observación de terremotos estelares y de astros desconocidos.
La tercera entrega de este mapa contiene, además, el mayor conjunto de datos recogidos hasta la fecha de estrellas binarias, de miles de objetos del sistema solar -como asteroides y lunas de planetas-, y de fuera de la Vía Láctea, como millones de galaxias y de objetos muy luminosos que contienen un agujero negro supermasivo, o cuásares.
Gaia es una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzada en 2013 para crear el mapa multidimensional más preciso y completo de la Vía Láctea, que ayudará a los astrónomos a reconstruir la evolución del pasado (y del futuro) de nuestra galaxia durante miles de millones de años.
En la rueda de prensa de presentación de estos datos, el director general de la ESA, Josef Aschbacher, ha subrayado que hoy «es un día emocionante» esperado «desde hace mucho tiempo» porque este catálogo «abrirá las puertas a una nueva ciencia en la Vía Láctea».
Y es que las observaciones de Gaia son «extremadamente fascinantes», gracias, principalmente, a una «precisión sin precedentes».
El catálogo muestra el mayor mapa químico de la galaxia y los movimientos 3D de nuestro vecindario solar y de las galaxias más pequeñas que nos rodean.
Así, Gaia amplía la información sobre la composición química, temperatura, color, masa, edad y velocidad a la que se acerca o alejan las estrellas de nosotros (velocidad radial), que ha sido recogida con espectroscopia, una técnica que descompone la luz de las estrellas y que revela de qué están hechas (su ADN), lo que nos ofrece una información crucial sobre su origen.
Y aunque el observatorio no fue diseñado para eso, Gaia ha sido capaz de detectar pequeños movimientos en la superficie de una estrella (terremotos) que pueden cambiar su forma y ha podido detectar vibraciones consideradas tsunamis a gran escala.