Cinco países latinoamericanos están muy avanzados para implementar la denominada medicina personalizada que favorece un enfoque más centrado en los pacientes que en las enfermedades, según un informe de The Economist Intelligence Unit.
El informe, "Medicina personalizada en América Latina: Universalizar la promesa de innovación", elaborado con el apoyo de Roche Latinoamérica, analiza a nueve países de la región y los clasifica en tres niveles según su grado de avance.
Destaca que Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay cuentan con condiciones para avanzar en la adopción de un enfoque de atención médica personalizada, aunque estas naciones tienen todavía vacíos importantes en cuanto a su evaluación.
Aleyda Tavira, líder de Medicina Personalizada de la farmacéutica Roche, explicó que si bien hay países más avanzados que otros, el camino para implementar este tipo de enfoque de atención está comenzando a forjarse.
Explicó que la medicina personalizada no está enfocada en tratar enfermedades, sino a personas, lo que promete que se haga un diagnóstico "pero que no sea tardío, sino temprano y preciso" y que haya un monitoreo y atención a distancia, para lo cual ayudan las nuevas tecnologías.
Detalló que este nuevo enfoque puede ser útil para mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, y que los médicos puedan tomar decisiones terapéuticas precisas para tener resultados más fiables.
Además, ayudaría a robustecer los sistemas de salud, mediante el uso eficiente de recursos, e impulsar con ello su sostenibilidad a largo plazo.
Los avances médicos, la tecnología, la genómica y la ciencia de datos confluyen en este nuevo enfoque de la medicina, que además del potencial de mejorar los resultados clínicos de los pacientes, permite a los ecosistemas de salud tomar decisiones basadas en datos.
Según el informe de The Economist, para adoptar la medicina personalizada, los países deberían contar con modelos de atención basados en valor, digitalización de la salud (incluyendo registros médicos electrónicos), incorporación de evidencia del mundo real en procesos normativos y Evaluación de Tecnologías Sanitarias.
Para Tavira, una de las claves está en el uso de la información para entender mejor las enfermedades y en la personalización de los tratamientos, los cuales no tienen que ver solo con las terapias farmacológicas sino también con el ejercicio y otros factores.
"El objetivo es considerar aspectos relevantes que cubre la enfermedad para darle al paciente una mejor atención", indicó.
No obstante, cumplir este tipo de metas es complicado ya que la mayoría de países, pero especialmente los de Latinoamérica, enfrentan retos importantes para poder alcanzarlas.
Entre estos desafíos, el reporte resaltó la falta de voluntad política, la carencia de una visión holística, regulaciones ineficientes y una visión que percibe a la salud como un gasto en vez de una inversión.
Es por ello, que si bien los países latinoamericanos han dado algunos pasos iniciales en el camino hacia la medicina personalizada, aún queda mucho por hacer para asegurarse de que estas innovaciones estén disponibles para la población en general.
"Parece un sueño lejano, pero es posible. Sin duda, hay países más avanzados que otros, por eso se tiene que trabajar para seguir adelante", puntualizó.