Japón se abre progresivamente a la inmigración

98% de los habitantes de ese país nacieron allí

Japón es un país que se ha negado bastante a recibir inmigrantes que vayan a trabajar allí, tanto si son de Asia como de zonas más occidentales. Fueron una nación cerrada en ese aspecto.

Pero esto los llevó a tener múltiples problemas en lo laboral, pues su bajo crecimiento demográfico les está causando un dolor de cabeza a la hora de llenar vacantes. El número de nacimientos descendió considerablemente a 1.4 hijos, muy por debajo del 2.1 que garantiza estabilidad.

No es poca cosa. Las proyecciones indican que el número de habitantes en Japón podría bajar de 126 millones en la actualidad hasta 88 millones para 2065, una verdadera tragedia para la tercera mayor economía mundial, si tomamos en cuenta que los mayores de 65 años son el 28% de la población total, y son la nación con una buena esperanza de vida.

En lo social esto podría dar más problemas, porque habrá más problemas sanitarios y la reducción de la población activa. Incluso, se habla del incremento de delincuencia en la tercera edad por personas que buscan ser encarceladas para tener dónde dormir.

Hasta ahora, la única solución que los japoneses plantearon es atrasar la jubilación hasta los 70 años, poner a mujeres a ser más partícipes en la escala laboral y robotizar industrias. Pero esto solo reduciría el número de nacimiento, así que ahora las autoridades vieron otra alternativa en la inmigración.

La administración del primer ministro japonés, Shinzo Abe aprobó una legislación en 2018 que permite la incorporación  de 345 mil trabajadores extranjeros, pero estos deben pasar por una prueba de idioma y de profesión, pasar cinco años en el territorio nipón sin traer a sus parientes y no cambiar del ramo en que están.

Apenas hay un 2% de inmigrantes en ese país.

Población negra y racismo

La población negra está comenzando a abrirse paso en suelo nipón, y pese al éxito que muchos ciudadanos afrodescendientes puedan tener allí, aún cargar con la indiferencia de los locales.

Un reportaje de BBC recogió varios testimonios de inmigrantes de Nigeria o Estados Unidos, y sobre cómo han sido tratados.

El énfasis de estos relatos se centra en la dificultad del idioma y en cómo la gente mira con recelo a los foráneos, especialmente afrodescendientes.

El caso más claro fue el de la tenista Naomi Osaka, de origen haitiano, que tras salir campeona en su disciplina y ser la primera atleta número 1 siendo asiática, fue retratada con piel blanca por una animación de fideos instantáneos.

Y cuando las protestas por el asesinato de George Floyd estallaron dentro y fuera de Estados Unidos, en Japón se planteó el tema por medios de comunicación, pero los nipones no han tenido tratos directos con esta población, sino que tienen referencias por lo visto en novelas y otros medios.

Muchos aseguran que existe un racismo pasivo-agresivo en el país.

 

Juan Afonso

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