Italia ha abierto este miércoles sus fronteras con la Unión Europea (UE) sin necesidad de cuarentenas en un intento de reactivar su turismo, que representa el 13% del producto interno bruto (PIB) y que ha sufrido al menos 20.000 millones de euros de pérdidas como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Además permite la libre circulación entre regiones después de casi tres meses de cierre debido a la pandemia.
“Hoy parece una conquista si pensamos en las condiciones de hace unos meses. Lo hicimos con el sacrificio de todos, sabiendo que el virus vive aún con nosotros”, afirmó el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.
Después de algunas divisiones entre los presidentes de cada región, sobre todo en el sur y en las islas, se impuso una “circulación sin condiciones”, aunque cada autoridad presentó medidas para detectar posibles positivos.
El presidente del Lazio, cuya capital es Roma, Nicola Zingaretti, firmó una ordenanza que establece controles y mediciones de la temperatura de todos los viajeros, mientras en Cerdeña se aplicará un cuestionario para rastrear los movimientos internos.
