Europol identifica 821 redes delictivas “amenazantes” en la UE, muchas activas en España

El estudio, presentado en Bruselas, se basa en los datos aportados por los Estados miembros de la UE y otros países

La agencia Europol ha identificado 821 redes de delincuencia organizada “muy amenazantes” en la Unión Europea, muchas de ellas activas en España entre otros países, en un informe publicado este viernes, el primero que analiza en profundidad los detalles que hacen a esas organizaciones tan peligrosas.

 

El estudio, presentado en Bruselas, se basa en los datos aportados por los Estados miembros de la UE y otros países y es un “paso” para entender cómo funcionan esas redes y cuáles son sus capacidades básicas, indicó Europol.

 

En España operan redes integradas por nacionales de países del Este, así como belgo-neerlandesas, de los Bálticos, rumanas o polacas, entre otras.

 

“Cada una de las 821 redes criminales más amenazantes identificadas es única. Varían significativamente en términos de composición, estructura, actividad criminal, control territorial, duración en el tiempo, tipos de cooperación y una variedad de otras dimensiones”, indica el documento.

 

Sin embargo hay unas características comunes que las convierten en especialmente “amenazantes”, empezando por su infiltración en el sistema legal, que hacen que una red sea “omnipresente y destructiva”.

 

De hecho, más del 80 % de las redes delictivas activas en la UE hacen un uso indebido de las estructuras empresariales legales (LBS según sus siglas en inglés) para sus actividades delictivas.

 

Los datos muestran que esas estructuras están infiltradas o son utilizadas por redes criminales “en casi todos los sectores, incluidos el turismo, el reciclaje, el bienestar y las asociaciones deportivas, así como en actividades minoristas y culturales”.

 

Tres sectores se ven particularmente afectados por la infiltración o el abuso delictivo: la construcción, la hostelería y la logística, es decir, empresas de transporte y de importación y exportación.

 

Otra de las características de las organizaciones más peligrosas es su “agilidad” para “infiltrarse de manera extensa” y la aplicación de estrategias que les permiten perdurar en el tiempo.

 

Además, “no tienen fronteras”, su alcance es internacional así como los miembros que las integran, aunque a menudo limitan su actividad delictiva a una región o a un número limitado de países.

 

 

EFE

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