Por primera vez en 20 años, la instalación de nuevas capacidades en energías renovables caerá en 2020, debido a la crisis con el coronavirus. Esto es un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que destacó que la recuperación que esperan en 2021 no ayudará a recuperar el nivel que se tenía previsto antes de la pandemia.
En el informe anual que se publicó este miércoles, la organización calcula que este año habrá una baja interanual del 13% de nuevas instalaciones renovables de producción eléctrica conectadas a la red, hasta los 167 gigavatios, esto supone un retroceso de 20% antes de que el coronavirus entrara en acción.
Esto explica los retrasos en construcción de medios de generación por problemas de suministro, confinamiento, medidas de distanciamiento que conllevan al encarecimiento de costos y plazos más largos para su realización, y las dificultades financieras para sacar adelantes proyectos.
Este bajón se verá pronunciado en mercados maduros, especialmente Europa, con una caída en un tercio trae el tirón "excepcional" de 2019.
Los Estados Unidos serán una excepción notable en el grupo de países avanzados, porque los inversores aceleraron esfuerzos para salir adelante con sus proyectos, antes que la exenciones fiscales que los benefician se terminen.
Una alternativa que se estará haciendo presente son las instalaciones solares fotovoltaicas, que representarán poco más de la mitad de las energías renovables y se añadirán en esto de la producción eléctrica mundial con 90 gigavatios y si sumamos las energías eólicas, tendremos el 86% del total.
Al comparar con lo conseguido en 2019, la baja será bastante grande para esas dos clases de energía; 18% para la fotovoltaica y 12% la eólica.
El impacto de la pandemia será más limitado para las energías renovables que tienen plazos de concepción y ejecución más largos, como la eólica marina y la hidroeléctrica, y estas registrarán progresos este año y en 2021 gracias a dos megaproyectos de centrales hidroeléctricas en China.
