Golpes y gases lacrimógenos hacen retroceder a migrantes en Guatemala

Fuerzas del orden dialogaron con los migrantes, buscando que estos se retiraran y, ante su negativa, se dio orden de desalojarlos

Un nuevo enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad guatemaltecas y la caravana de migrantes hondureños se produjo este lunes, en el que la Policía volvió a emplear todo su arsenal represivo contra los caravaneros.

Horas antes, figuras de las fuerzas del orden dialogaron con los migrantes, buscando que estos se retiraran y, ante su negativa, se dio orden de desalojarlos. Ello generó un enfrentamiento con reportes de heridos por ambos bandos, con los caravaneros llevándose la peor parte.

Como resultado, la caravana retrocedió varios kilómetros, aún en territorio de Guatemala, toda vez que una parte de sus integrantes persiste en continuar su camino hacia los Estados Unidos, aunque no tienen claro cuál va a ser su destino inmediato, atendiendo a que las autoridades guatemaltecas les niegan rotundamente el paso, y es muy probable que enfrenten similar oposición de otros Gobiernos de la región.

No obstante, algunos miles de ellos han emprendido el camino de regreso a Honduras, agotados por el cansancio de varios días a pie y la represión de las fuerzas policiales y el Ejército de Guatemala.

En ese contexto, la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala emitió un comunicado respecto a la situación de los migrantes hondureños que buscan pasar por el país rumbo a EE. UU.

El jefe de la institución, Jordán Rodas Andrade, se pronunció contra el uso de la fuerza empleada por el Ejército de Guatemala y la Policía Nacional Civil, luego de que con palos y gases lacrimógenos dispersaran a los hondureños que entraron al territorio nacional de forma irregular.

El procurador manifestó “su alarma y preocupación porque autoridades del Gobierno central han desplazado contingentes policiales y militares para contener el paso de caravanas de personas migrantes provenientes de Honduras, incluso acudiendo al uso de la fuerza”, detalló.

Rodas Andrade subrayó que las personas migrantes “huyen de la desigualdad social, la pobreza y la violencia, y no pueden ser sometidos a tratos crueles e inhumanos en territorio guatemalteco”.

Para complicar más el contexto migratorio en la región, un grupo de al menos 300 salvadoreños ingresó a Guatemala de forma irregular este lunes y se sumó a la caravana de hondureños, según confirmó el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).

La Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército de Guatemala mantienen una barrera en Vado Hondo, Chiquimula, para evitar que los migrantes continúen su trayecto hacia México.

La caravana de migrantes partió de Honduras el jueves y llegó a Guatemala entre el viernes y el sábado. Según el IGM, más de 6.000 hondureños ingresaron al país de forma irregular y más de 1.000 de ellos ya regresaron a su país.

 

 

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