EE.UU. prorroga controles fronterizos extremos por COVID-19

La orden expresa que autoridades norteamericanas pueden expulsar de manera expedita a los migrantes y solicitantes de asilo en la línea limítrofe

Una política del gobierno de Estados Unidos para expulsar de manera expedita a la mayoría de los migrantes detenidos a lo largo de sus fronteras durante la pandemia de coronavirus fue prorrogada indefinidamente el martes, y un funcionario de salud de alto rango alegó que lo que había sido una orden a corto plazo seguía siendo necesaria para proteger al país del COVID-19.

La orden emitida por el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), autoriza a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a expulsar de manera expedita a migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, con el fin de evitar la posible propagación del virus mientras están detenidos.

El gobierno del presidente Donald Trump emitió en marzo la primera orden con vigencia de 30 días, y fue prorrogada por otro mes en abril. La nueva versión no tiene una fecha de expiración, aunque señala que los CDC revisarán los datos de salud pública cada 30 días para garantizar que sigue siendo necesaria.

Los funcionarios del gobierno han defendido la política frente a las críticas de defensores de Derechos Humanos, quienes dicen que Estados Unidos está usando la salud pública como un pretexto para negar a las personas su derecho de solicitar asilo y para implementar políticas dirigidas a motivar a algunos de los simpatizantes del mandatario en año electoral.

“El objetivo de Trump no es proteger nuestra salud, es sembrar la división e impulsar su agenda política”, aseveró Andrea Flores, subdirectora de política de inmigración para la Unión Americana de Libertades Civiles.

Bajo el amparo de esta política, la CBP ha estado enviando a migrantes mexicanos y centroamericanos que detiene a lo largo de la frontera suroeste de regreso a México en aproximadamente dos horas. Está enviando a personas de otros países al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) para una rápida repatriación, expulsando a gente que podría haber permanecido en el país durante meses, o incluso años, para presentar solicitudes de asilo.

Human Rights First, una organización no partidista de derechos humanos, dijo que la orden de los CDC ya se ha utilizado para cerrarles el paso y expulsar a miles de solicitantes de asilo a lugares peligrosos.

“Esa nueva prórroga de la orden de los CDC pondrá fin a las protecciones de Estados Unidos a refugiados y menores en la frontera de manera indefinida, poniendo vidas en riesgo en lugar de salvarlas”, dijo Eleanor Acer, directora sénior del grupo para la protección de refugiados.

Estados Unidos también está expulsando de manera expedita a los migrantes que cruzan la frontera con Canadá, aunque son muchos menos que los detenidos en la frontera sur.

Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Nacional, dijo al anunciar la ampliación que las restricciones han sido una de las herramientas más importantes que el departamento tiene "para evitar una mayor propagación del virus y para proteger del COVID-19 a los estadounidenses, a los agentes de primera línea del DHS, y a aquellos que están bajo su cuidado y custodia”.

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