EE.UU. acelera autorización de vacunas actualizadas contra la ómicron

La FDA se prepara para evaluar rápidamente la seguridad y eficacia de los cambios en las actuales formulaciones

Un estudio preliminar realizado en Sudáfrica, donde se detectó la nueva variante del SARS-CoV-2, sugiere que, aunque su propagación sea más rápida, podría causar una enfermedad menos grave que sus predecesoras.

Sin embargo, la administración de Joe Biden ya se prepara para acelerar la autorización de las vacunas COVID-19 renovadas y actualizadas para combatirla.

Los reguladores federales informaron ayer domingo que ya identificaron casos en 16 estados y que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya está en conversaciones para la autorización para las vacunas renovadas, informó The Wall Street Journal.

Según se supo, los funcionarios de la agencia se reunieron con los fabricantes de vacunas y están trabajando para establecer pautas para el tipo de datos que se necesitarán para evaluar rápidamente la seguridad y eficacia de los cambios en las vacunas actuales.

La variante Ómicron del coronavirus que se identificó por primera vez en Sudáfrica provocó una nueva alarma internacional, con países que endurecieron las restricciones de viajes al exterior e instan a las personas a recibir dosis de refuerzo de las vacunas autorizadas.

“La FDA actuará con rapidez y los CDC lo harán con rapidez”, dijo la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, en el programa de ABC Esta semana con George Stephanopoulos, y agregó: “Todos los días escuchamos sobre más y más casos”.

En este contexto, se espera que la FDA autorice las formulaciones adicionales de COVID-19 de Pfizer Inc. y BioNTech SE para su uso en jóvenes de 16 y 17 años tan pronto como esta semana.

Es que los laboratorios Pfizer y Johnson & Johnson (J&J) habían informado la semana pasada que comenzaron a trabajar en una nueva versión de sus vacunas anticovid dirigida específicamente a la variante ómicron, en caso de que las actuales no sean lo suficientemente eficaces.

“Aún hay muchas cosas que se desconocen” en torno a la nueva variante, detectada por primera vez en Sudáfrica y considerada “preocupante”, había asegurado el director ejecutivo de la farmacéutica estadounidense Pfizer, Albert Bourla.

Sin embargo, los datos sobre la virulencia Ómicron aún son escasos: un pequeño estudio de personas hospitalizadas durante el brote actual de la variante en Sudáfrica encontró un patrón de enfermedad más leve que en oleadas anteriores de COVID-19.

Y aunque los autores y los científicos en general advirtieron que es demasiado pronto para decirlo, creen que la nueva cepa de rápida propagación es menos virulenta que sus predecesoras.

Sin embargo, algunos líderes de salud pública dicen que la aparente mayor transmisibilidad de la variante es preocupante porque sólo alrededor del 60% de la población de los EE.UU. está vacunada y hay algunos signos de que las vacunas actuales podrían no funcionar tan bien contra Ómicron.

“Tenemos millones de personas que aún no están vacunadas, lo que representa un riesgo para sus vidas, pero también un mayor riesgo de transmisión”, insisten las autoridades.

Los funcionarios de la administración de Biden anunciaron la semana pasada una serie de medidas para combatir Ómicron, incluida una extensión del requisito de que los viajeros usen máscaras hasta mediados de marzo en aviones, autobuses y trenes, y en centros de transporte nacional como aeropuertos y terminales de autobuses interiores, en lugar de permitiendo que el requisito expire el 18 de enero como estaba previsto.

Asimismo, las multas seguirán duplicando sus niveles iniciales, con una multa mínima de 500 dólares por incumplimiento y hasta 3.000 por reincidencia.

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