Desde el inicio de la pandemia, dos de cada tres pacientes que tuvieron que ser intubados en unidades de cuidados intensivos como consecuencia de la covid-19 murieron en Brasil, según los datos de una plataforma divulgados este lunes.
De acuerdo con el proyecto "Ucis Brasileñas", impulsado por la Asociación de Medicina Intensiva Brasileña (Amib) y la empresa Epimed, el 66,3 % de los enfermos infectados con el nuevo coronavirus que necesitaron ventilación mecánica en ucis del país no superaron la dolencia.
El estudio, destacado este lunes en la edición virtual del portal UOL, analizó la evolución de 98.347 pacientes con covid-19 entre el 1 de marzo de 2020 y 24 de febrero de 2021.
Menos de la mitad (46,3 %) tuvo que ser intubado en la unidad de terapia intensiva tras un agravamiento de su estado de salud, pero llegados a ese punto solo sobrevivió uno de cada tres.
Por el contrario, apenas el 9 % de los enfermos con covid-19 que acabaron en la UCI, pero no precisaron ventilación mecánica, falleció, según la plataforma.
El coordinador del proyecto y expresidente de la Amib, Ederlon Rezende, subrayó en declaraciones a UOL que, en contra de lo que piensa una parte de la sociedad, la intubación es "la única manera de no morir" para los casos más graves.
"Sin eso, la probabilidad de muerte es de 100 %”, afirmó.
Por otro lado, los pacientes intubados con covid-19 pasaron una media de 13,1 días en la UCI, lo que, según Rezende, refleja la gravedad de la covid-19.
Brasil es el segundo país con más muertes asociadas al nuevo coronavirus, con cerca de 255.000, y el tercero con más infectados, con 10,5 millones de casos, según el Ministerio de Salud, aunque los expertos epidemiológicos estiman que el número de contagios real podría ser hasta dos o tres veces mayor.
El país, que registró el primer caso de covid el 26 de febrero de 2020, afronta desde noviembre una segunda ola de la pandemia más virulenta y mortal que la primera, lo que ha llevado a varios estados brasileños a endurecer las medidas de distanciamiento social ante el riesgo de colapso de sus sistemas hospitalarios.
La media diaria de muertes por la enfermedad se situó la semana pasada por encima de las 1.100 por primera vez desde el inicio de la crisis sanitaria en el país.
Además, la nueva variante originaria del estado de Amazonas, bautizada como P.1, ha puesto en alerta a la comunidad científica internacional, pues, según estudios preliminares, es hasta "tres veces" más contagiosa y se sospecha que esté detrás de la explosión de casos en algunas regiones brasileñas.