Dinamarca comenzó a expulsar refugiados sirios

Autoridades aseguran que el país de Medio Oriente es "seguro para volver"

Desde el verano de 2020, el gobierno de Dinamarca ordenó a las autoridades de inmigración acelerar la revisión del status de quienes piden asilo en el país y son procedentes de Siria.

La administración danesa asegura y argumenta que la situación del país de Medio Oriente no es tan grave como para otorgar el beneficio o extenderlo a quienes ya lo han conseguido.

Dinamarca se convierte en el primer país de la Unión Europea en revocar solicitudes de asilo a procedentes de Siria, país que se encuentra devastado por una guerra civil que lleva una década en curso.

La ONG Refugees Welcome informó que en Dinamarca viven 350 mil sirios, de los cuales, más de la mitad llegaron en 2015. El país nórdico está revisando los casos de 500 refugiados y se le sumaron otros 350 porque el área considerada segura se amplió a toda Damasco.

Esta política parte de informes elaborados por la Junta de Refugiados, que dictamina sobre casos de asilo y asegura haber una reducción en combates armados en esa región.

Los sirios que se nieguen a una repatriación, serán deportados, pasando primero por un centro para deportaciones. Pero esto no podría darse porque Dinamarca y Siria no tienen relaciones diplomáticas, así que el gobierno danés da incentivos económicos para fomentar las devoluciones por voluntad propia. Bajo este esquema, 137 sirios aceptaron volver a su país el año pasado.

Pero esta política no se puede aplicar a aquellos que tengan solicitudes de asilo individuales porque existe un riesgo directo de persecución o arresto, pero se descartó como motivo las condiciones generales de la zona.

Estas medidas han sido rechazadas por Charlotte Slente, secretaria general del Consejo Danés para los Refugiados, quien señaló que a los asilados “se les deja en un limbo para incentivarlos a regresar a Siria pese a las condiciones inseguras", y no considera que eso sea un trato digno. Además, se sumaron al rechazo organizaciones como Amnistía Internacional y Acnur.

 

Juan Afonso

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