Así como los seres humanos necesitan realizar actividad física para mantenerse saludables, también lo precisan los perros. Lo requieren para lograr un mejor estado físico y también para su desarrollo social y mental.
Las actividades recreativas son ideales para crear un vínculo con ellos, para ayudarlos a relacionarse con sus pares de cuatro patas y con otras personas, así como para el desarrollo mental y el aprendizaje de diferentes aptitudes.
En los juegos con pelotas, por ejemplo, aprenden a esperar por el lanzamiento, el entendimiento de la pauta de buscarlas, tomarlas con su boca, llevarlas devuelta a su compañero humano, y mucho más.
También pueden realizarse juegos de inteligencia y que animan a explorar a los canes, como por ejemplo esconder la pelota en diferentes lugares, una y otra vez, aumentando la dificultad de forma respetuosa y progresiva, para no generar frustración. Se pueden incluir ejercicios de olfato y premios, así como palabras clave bien diferenciadas en cada acción, para incrementar su entendimiento.
De todos modos, los expertos coinciden en que es importante no sobrestimularlos, y cuidar la intensidad y frecuencia con que se juega a la pelota, para no aumentar su tensión o generar sobre excitación, no conducir a procesos de estrés ni que el juego se convierta en una obsesión.
Cuidando esto y la pelota elegida, se trata sin dudas de uno los juegos favoritos de los canes desde cachorros. Sin embargo, en este punto, las comparaciones pueden ser fundamentales para comprender la importancia del cuidado del material de la pelota.
Así como existen juguetes para humanos que tienen características que los tornan peligrosos para menores de 3 años, ya sea por sus componentes o tamaño debido a que los más pequeños suelen llevar todo hacia su boca, también existen importantes pautas que respetar para cuidar la salud de los perros.
En este sentido, muy por el contrario de lo que se suele creer, las pelotas de tenis no son en realidad buenas compañeras de juego para ellos debido a que suelen contener sustancias químicas nocivas para ellos, pero incluidas en el proceso de fabricación para que sean resistentes a las lluvias y tormentas. Esto puede ser peligroso para los canes porque sus mucosas pueden absorber las sustancias químicas.
Además, hay perros que las mastican y, en ese caso es aún más peligroso porque si tragan pedacitos pueden obstruir su intestino. Asimismo, corren riesgo de asfixia en el caso de que ejerzan tal fuerza con su mandíbula que la pelota se comprima y se la traguen.
Como si esto fuera poco, el material resistente de las pelotas de tenis puede dañar el esmalte de los dientes de los perros, generarles dolor, dañar su salud bucal y afectar su alimentación.
Entonces, así como existen juguetes para niños con componentes cuidados y tamaños indicados según la edad, también es prioritario cuidar los juguetes de los perros para poder aprovechar todos los beneficios de jugar con ellos sin exponerlos a ningún peligro.
En este sentido, si bien las pelotas de tenis no son adecuadas para ellos ya que fueron diseñadas e ideadas con fines deportivos exclusivamente para seres humanos, existen pelotas que imitan a las de tenis que son diseñadas especialmente para canes, fabricadas con materiales homologados y estándares de calidad que velan por su seguridad. Las hay luminosas, flotantes, pelotas que silban o con cuerda.
De todos modos, igual que los bebés, los cachorros necesitan siempre ser cuidados, aún con juguetes diseñados para ellos, por su propia protección.