Bucarest protesta ante la victoria del populista Calin Georgescu en la primera vuelta

Georgescu irá a la segunda vuelta el 8 de diciembre con Elena Lasconi, alcaldesa y política de centroderecha

Más de 1.000 jóvenes se reunieron en la plaza de la Universidad, en el centro de Bucarest, coreando consignas pro-Europa y gritando: "Putin, no lo olvides, Rumanía no es tuya". Están indignados por el porcentaje obtenido por el candidato nacionalista independiente, Calin Georgescu, exponente de la extrema derecha prorrusa, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

 

Con el 23% de los votos y una campaña social de gran impacto, Georgescu irá a la segunda vuelta el 8 de diciembre con Elena Lasconi, alcaldesa y política de centroderecha, que obtuvo el 19% de los votos. Los manifestantes envían ahora un SOS a los partidos políticos para que se comprometan a impedir la victoria de Georgescu.

 

Negando las acusaciones de extremismo, el candidato, fanático de Putin, crítico con la OTAN y con impulsos antioccidentales, suavizó sus declaraciones sobre los valores europeos, pero también quiso subrayar la necesidad de una neutralidad fundamental: "Me acusan de extremismo, de vínculos con países cercanos o lejanos, falsos, totalmente falsos, porque me dedico con todo mi ser, con mi corazón, con mi vida al pueblo rumano".

 

Sobre la orientación internacional de Bucarest, Georgescu comentó que "no existe ni Oriente ni Occidente, sólo existe Rumanía. Nosotros decidimos lo que es bueno para nosotros y no lo que otros quieren que sea bueno para nosotros", afirmó.

 

Georgescu también comparó su victoria con el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces de Jesucristo. Es decir, cinco panes y dos peces que multiplicados dan 2.120.404", que traducido es los votos que obtuvo. La retórica de Georgescu subraya su fe ortodoxa, "el vínculo que nos une, que es Dios" y "el pueblo rumano, que permaneció tanto tiempo en la oscuridad, vio la gran luz a través de la fuerza de la conciencia. Porque Dios está con nosotros”. Y según los analistas, estos son precisamente los temas que acercaron a su lado a los votantes y a sus casi 200.000 seguidores en TikTok.

 

Por su parte, Elena Lasconi lanzó un llamamiento a los rumanos de la diáspora de cara a las elecciones: "También os necesitamos para esta construcción, vuestras ideas, vuestras críticas, vuestros votos. Os agradezco vuestra movilización y espero con ansias. Nos vemos de nuevo en las urnas los días 1 y 8 de diciembre. Muchos rumanos se han ido a estudiar o trabajar a otros países de la Unión Europea. Sois una generación que ya no tiene que arriesgar su vida cruzando el Danubio de noche para alcanzar la Europa libre. Ayúdanos a defender nuestra libertad europea".

 

Mientras tanto, el Partido Nacional Liberal Rumano (PNL) ha declarado que apoyará a la candidata de la USR, Unión Salvar Rumanía, Elena Lasconi, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Así lo anunció el presidente interino del PNL, Ilie Bolojan. "Apoyaremos la orientación proeuropea y las políticas de centro-derecha de Rumanía", afirmó Bolojan.

 

Se trata de la novena elección presidencial desde la Revolución de 1989 y la caída del régimen impuesto por Nicolae Ceaușescu. En los últimos 35 años, Rumanía ha tenido cuatro presidentes: Ion Iliescu, Emil Constantinescu, Traian Băsescu y Klaus Iohannis. Tras la victoria de Calin Georgescu en la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas, los principales partidos del país balcánico temen un repunte de los grupos de derecha y de extrema derecha también en las elecciones que tendrán lugar el domingo 1 diciembre.

 

Aunque las encuestas dan una ventaja (30%) al PSD del primer ministro Marcel Ciolacu, que fue derrotado con un tercer puesto tras su candidatura al Palacio Cotroceni, la carrera por el partido nacional conservador ASR de George Simion, continúa, ubicándose en segundo lugar con el 21% de las preferencias. Y el propio Simion lanzó la idea de formar un Gobierno soberanista y elegir un presidente soberanista: "Tuvimos momentos de encrucijada. Momentos en los que no sabíamos cómo alcanzar la victoria. Tuvimos momentos en los que pensábamos que este sistema era invencible y no lo podríamos haber destruido pero ahora tenemos la posibilidad de tener un Gobierno soberanista y un presidente soberanista".

 

 

 

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