Pável Dúrov es el creador de la red social Vkontakte, más conocida como VK o "el Facebook ruso", y la popular aplicación de mensajería instantánea Telegram.
Pese a ser la cara visible detrás de Telegram, poco o nada se sabe sobre su vida, pues Dúrov es bastante cuidadoso con su privacidad, incluso en sus redes sociales. Su última aparición pública fue en 2017 en Indonesia y su publicación más reciente en Instagram fue hace más de una semana, tras más de tres años de inactividad allí.
Actualmente, se realizó un documental sobre este emprendedor de Internet de 36 años llamado "Dúrov", que dirigió Rodión Chépel. “Yo pensaba que Dúrov no existía, que sería un mito”, dijo sobre el creador de Telegram.
Este documental trata de reflejar la vida de Dúrov, que es bastante admirado por las juventudes rusas y tiene un símil con el opositor preso Alexei Navalny.
En 2006 creó VK, la red social más importante de Rusia, y esto comenzó a chocar con el Kremlin. En 2011, Dúrov se negó a a bloquear grupos creados en esa plataforma donde se organizaron manifestaciones masivas contra el fraude electoral de ese año, lo que comenzó a causarle problemas con el gobierno de Putin.
Con las presiones, Dúrov acabó vendiendo en 2014 la plataforma a mail.ru, asociada al Kremlin.
Con Telegram, el salto que dio el joven empresario fue astronómico. Conserva el 100% de las acciones de la empresa, y ahora piensa poner entre el 10% y 20% de las acciones en el mercado.
La aplicación tiene grandes alcances como medio de comunicación, con la creación de canales que sirven como difusores de información. Mijaíl Klimariov, director de la Sociedad de Protección de Internet, dijo que Dúrov se mueve entre Finlandia y Dubai. En esta última locación en Emiratos Árabes Unidos, es donde están los servidores de Telegram.
Con su mezcla de mensajería y red social, además de ofrecer amplia seguridad en datos, alcanzó más de 50 millones de usuarios registrados.
Krimaliov fue de los que apoyó en 2018 el movimiento de resistencia contra el bloqueo de la app en Rusia. Dicho bloqueo le exigía a Dúrov revelar la identidad de los usuarios en el marco de la lucha contra el terrorismo, pero el CEO de Telegram jamás reveló nada.
Ese tipo de persecución fue lo que lo llevó a irse de Rusia cuatro años antes, cuando había una puja por las acciones de VK.
