Afganistán comenzó este lunes una campaña de vacunación contra la polio de cuatro días que por primera vez en más de tres años cubrirá todo el país, un programa que cuenta con el apoyo de los talibanes entre las preocupaciones por la seguridad de los trabajadores sanitarios debido a los frecuentes ataques.
"Inocularemos a al menos diez millones de niños menores de cinco años", dijo a Efe el director del programa afgano de inmunización contra la polio, Gula Khan Ayube.
La campaña busca llegar a todos los niños de Afganistán, incluidos unos 3,3 millones en zonas remotas donde nunca había llegado el programa de inmunización, según han indicado UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Antes de que los talibanes tomasen el control de Kabul el pasado 15 de agosto, las sucesivas campañas de inoculación contra la polio se habían visto limitadas por el conflicto en el país asiático y la oposición de los fundamentalistas a la vacunación casa por casa en los territorios bajo su control.
El programa de cuatro días lanzado hoy es el primero bajo el Gobierno interino de los talibanes, que han prometido su apoyo a las agencias de la ONU.
Los fundamentalistas "han prometido colaborar estrechamente con el programa de vacunación contra la polio para cubrir a niños de todas las zonas" del país, dijo a Efe un portavoz del Ministerio de Salud afgano, Tawheed Shokohmand.
Afganistán registró en 2020 más de 350 casos de poliomielitis, en su mayor parte de la variante conocida como tipo 2, el mayor aumento en una década del número de casos.
Pero según datos de la OMS y UNICEF, el país asiático solo ha registrado en lo que va de año un caso de poliomielitis salvaje, abriendo la puerta a la eliminación del virus de la poliomielitis.
Afganistán y Pakistán son actualmente los dos únicos países en los que todavía está en transmisión el virus, y registra anualmente decenas de casos positivos entre sus niños menores de cinco años.
De acuerdo con las agencias de la ONU, una de las principales preocupaciones es la protección de los trabajadores sanitarios, que suelen ser objeto de ataques.
El pasado junio, durante la campaña nacional de inmunización contra el virus lanzada por el Gobierno depuesto por los talibanes, cinco vacunadores contra la polio murieron y otros cuatro resultaron heridos en varios ataques en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
El pasado 30 de marzo tuvieron lugar dos ataques similares en la ciudad de Jalalabad, capital de Nangarhar, en los que tres vacunadoras contra la polio fueron asesinadas.