Los asesinatos de la semana pasada del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en la capital de Irán y del comandante de Hezbolá, Fouad Shukur, en Beirut han hecho estallar las tensiones en la región.
Desde entonces, Estados Unidos se ha ido preparando para ataques de represalia contra Israel. Matthew Levitt, del Instituto de Washington sobre Política para Oriente Medio, está seguro de que habrá represalias. "Cualquiera que les diga que sabe exactamente cómo será la respuesta, les está mintiendo. Pero habrá una respuesta", añade.
Levitt también dice que, para Hezbolá, una guerra total podría empeorar la situación en el Líbano. "Para Hezbolá, la crisis económica, incluso más que la crisis política, ha creado una situación en el Líbano en la que casi nadie quiere una guerra total que traería consigo el tipo de destrucción que haría que la vida allí fuera aún peor de lo que es ahora", comenta Levitt.
"Y la gente entiende, Hezbolá entiende, que a diferencia de la guerra de 2006, esta vez, muchos libaneses probablemente culparían a Hezbolá por iniciar una guerra que nadie en el Líbano, o en este sentido, Israel, quería", añade.
Levitt dice que una guerra total podría llegar hasta las fronteras de Irán. "No quieren que se produzca una guerra en toda regla en las fronteras de Irán, no solo porque comprenden que Israel tiene algunas capacidades reales, tiene aliados reales en Estados Unidos y otros países, sino porque les preocupa que algo así pueda provocar la disidencia desde dentro y hacer que la gente piense: esperen un minuto, tal vez este régimen pueda ser derrocado", concluye Levitt.
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