Un extranjero detenido en el Cáucaso reconoce que suministró las armas a los terroristas del ataque en Moscú

Según el FSB, los detenidos, que integraban una célula terrorista, preparaban un atentado en la ciudad daguestaní de Kaspiisk, a orillas del Caspio

Un ciudadano extranjero detenido en la república de Daguestán (Cáucaso norte ruso) confesó haber suministrado las armas con las que los terroristas perpetraron el 22 de marzo el atentado contra la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, en el que murieron al menos 144 personas.

 

“Yo le llevé las armas a esos muchachos que atacaron el Crocus City Hall en Moscú. Se las llevé desde Majachkalá (capital daguestaní) hasta Mitishi”, en los suburbios de la capital rusa, admitió el detenido en un vídeo del Servicio Federal de Seguridad (FSB) divulgado el lunes por las agencias locales.

 

La imágenes fueron difundidas después de que el FSB declarara que cuatro extranjeros detenidos ayer en Daguestán financiaron y proporcionaron armas a los terroristas que perpetraron el ataque en las afueras de Moscú.

 

Según el FSB, los detenidos, que integraban una célula terrorista, preparaban un atentado en la ciudad daguestaní de Kaspiisk, a orillas del Caspio.

 

“Planeábamos un ataque terrorista en el paseo marítimo de Kaspiisk o en el Parque de la Victoria. Queríamos detonar una bomba en medio de una multitud”, dijo uno de los detenidos, cuyas ciudadanías no han sido desveladas de momento por el FSB.

 

Mientras, el Servicio de Espionaje Exterior (SVR) ruso vinculó hoy los ataques fronterizos ucranianos de los últimos meses con el atentado contra la sala de conciertos Crocus City Hall.

 

“El régimen de Kiev libra desde hace mucho tiempo una guerra terrorista en toda regla contra nuestro país, de lo que hablan abiertamente sus representantes”, informó el comunicado del SVR (según sus siglas en ruso).

 

La nota menciona al jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budánov, y al director del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasili Maliuk, cuya entrega fue solicitada oficialmente por Moscú debido a su supuesta implicación en actos terroristas en territorio ruso.

 

El SVR vinculó directamente el atentado del 22 de marzo con los ataques de la artillería ucraniana contra las regiones de Bélgorod y Kursk.

 

 

EFE

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