El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves una ley que prohíbe las importaciones procedentes de la región china de Xinjiang como una medida orientada a ponerle freno a las condiciones de trabajo forzoso.
De este modo, se ha emplazado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a que firme la norma por la que las empresas fabricantes deberán demostrar que sus productos no se fabrican en contexto de explotación laboral para poder pasar por las aduanas estadounidenses.
Este martes, la Cámara de Representantes ya dio luz verde a la propuesta de ley después de que el Departamento del Tesoro anunciase la semana pasada la imposición de una batería de sanciones contra una empresa china y dos individuos por su participación en la violación de Derechos Humanos de los uigures y otras minorías étnicas en la región.
Así pues, se establece esta “presunción refutable” ante la decisión del Gobierno chino de establecer una red de campos de detención para uigures y otros grupos musulmanes, tal y como detalla la cadena estadounidense CNN.
Del mismo modo, el Senado ha dado luz verde también al nombramiento del diplomático Nicholas Burns como embajador de Estados Unidos en China casi cinco meses después de que fuera propuesto por Biden.
La cámara alta ha aprobado la designación de Burns por 75 votos a favor y 18 en contra, tal y como se recoge en el diario de sesiones de la cámara.
Sanciones
El gobierno de Joe Biden anunció este jueves nuevas sanciones a varias empresas chinas de biotecnología y vigilancia y a entidades gubernamentales por sus acciones en la provincia de Xinjiang, la última medida contra el régimen de Xi Jinping por los abusos de los derechos humanos de los musulmanes uigures en la región occidental del país.
El Departamento de Comercio incluyó en su lista negra a la Academia de Ciencias Médicas Militares de China y a sus 11 institutos de investigación que se centran en el uso de la biotecnología para apoyar al ejército chino.
La medida prohibirá a las empresas norteamericanas vender componentes a estas entidades sin licencia. ”La búsqueda científica de la biotecnología y la innovación médica puede salvar vidas. Desgraciadamente, la República Popular China está eligiendo utilizar estas tecnologías para perseguir el control de su pueblo y la represión de los miembros de grupos étnicos y religiosos minoritarios”, señaló la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
“No podemos permitir que los productos básicos, las tecnologías y los programas informáticos estadounidenses que apoyan la ciencia médica y la innovación biotécnica se desvíen hacia usos contrarios a la seguridad nacional de Estados Unidos”, agregó.
El Departamento del Tesoro también se dispone a imponer sanciones a varias entidades chinas, según adelantó a la agencia Reuters un alto funcionario de la administración Biden que habló bajo condición de anonimato, en referencia a las medidas que pronto se anunciarán.
