Las armas nucleares y su uso, un tema latente en el enfrentamiento entre Rusia y occidente, fue noticia a primera hora del domingo.
Las enmiendas a la doctrina nuclear de Rusia han sido preparadas y “ahora serán formalizadas”, fueron las palabras del Kremlin, días después de que el presidente Vladimir Putin advirtiera que Rusia podría usar armas nucleares si fuera golpeada con misiles convencionales y consideraría cualquier ataque respaldado por una potencia nuclear como un ataque de esa potencia nuclear.
En términos claros lo que esto significa es que se actualizan los documentos pertinentes que establecen las circunstancias en las que Moscú puede utilizar armas nucleares.
El miércoles, el presidente Vladimir Putin advirtió a Occidente que Rusia podría utilizar armas nucleares incluso si fuera atacada con misiles convencionales y consideraría cualquier asalto, apoyado por una potencia nuclear, como un ataque conjunto.
Es decir: Moscú considerará responder con armas nucleares si Occidente permite que Ucrania atacar dentro de Rusia con misiles occidentales de largo alcance.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró el domingo al periodista de la televisión estatal Pavel Zarubin:
Las enmiendas han sido preparadas y ahora serán formalizadas
Peskov afirmó que se llega a esta situación por los cambios en la doctrina internacional, la escalada de tensiones cerca de las fronteras rusas, la creciente proximidad de las infraestructuras de la OTAN y la mayor implicación de las potencias nucleares occidentales en la guerra de Ucrania del lado de Kiev.
Esa es una pregunta que está pendiente de resolverse, pero la esperanza de Ucrania es que estas amenazas del Kremlin no impidan a sus aliados conceder finalmente el permiso para utilizar misiles occidentales de largo alcance contra objetivos militares en territorio ruso.
Zelenski ha dicho en varias oportunidades que las necesita para interrumpir los intensificados ataques aéreos de Rusia, debilitar su presión en la línea del frente y presionar a Rusia para lograr la paz.
"Los primeros en saber que se ha dado permiso para atacar en profundidad el territorio ruso serán los rusos. Sólo entonces se hará el anuncio oficial", declaró a la televisión ucraniana Sergui Nikiforov, portavoz del presidente Volodimir Zelenski.
Sin embargo, miembros de la administración presidencial estadounidense han expresado dudas sobre la eficacia de los ataques de largo alcance contra Rusia y, en general, prefieren evitar una escalada de este tipo, que es una amenaza latente de Rusia.
Ante la Asamblea General de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dejó claro en su discurso el sábado el tema con frases como esta: "Intentar luchar por la victoria con una potencia nuclear".
Justo antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos esta decisión, que al final de cuenta recae en Vladimir Putin, está destinada a limitar el apoyo internacional a Kiev, afirma Oleksandr Solonko, analista político y piloto de drones del ejército ucraniano.
Por ahora, Estados Unidos y otros aliados dudan darle a Ucrania la herramienta clave para destruir aeródromos y depósitos de municiones rusos, mientras Rusia sigue lanzando cientos de bombas aéreas guiadas por semana para avanzar en la línea del frente y destruir ciudades ucranianas.
Entonces la pregunta que sigue es hasta cuándo Estados Unidos mantendrá la cautela frente a esta presión, señala Mikola Bielieskov, analista militar del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania.
France24