Puma había lanzado sus botas Future 8 de última generación y había utilizado al español como uno de los jugadores para comercializarlas justo antes de Navidad. Sin embargo, después de que el lateral resbalara dos veces y permitiera a los Spurs adelantarse 2-0 en la primera parte, corrió frenéticamente al lateral del campo para cambiar las botas por otro par.
Tras el partido, en el que el Chelsea protagonizó una épica remontada que se saldó con un 4-2, el jugador de 26 años publicó una foto en su historia de Instagram de las nuevas botas Puma en la papelera junto al mensaje "Sorry Blues".
Las botas se anunciaban como especializadas en tres características: adaptabilidad, movimiento y control. El defensa de los Blues no tuvo ninguno de esos atributos el fin de semana y no podía quitárselas lo suficientemente rápido cuando había una pausa en el juego.
El post ha sido borrado y sin duda ha creado un desastre de marketing para Puma, que ahora está tratando de vender un par de botas que parecen no tener agarre, algo que es esencial en el fútbol, especialmente cuando se comercializan para los profesionales.
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