La OTAN confirmó este lunes que Pionyang ha enviado tropas norcoreanas para ayudar al Kremlin en su guerra contra Ucrania e indicó que algunas ya han sido desplegadas en la región fronteriza de Kursk, donde las tropas rusas han estado tratando de hacer retroceder una incursión ucraniana. La Alianza Atlántica pidió tanto a Rusia como a Corea del Norte que cesen "inmediatamente" el despliegue de efectivos norcoreanos.
"Hoy puedo confirmar que se han enviado tropas norcoreanas a Rusia y que se han desplegado unidades militares norcoreanas en la región de Kursk", dijo a los periodistas desde Bruselas el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien también afirmó que la medida representa "una escalada significativa" en la participación de Corea del Norte en el conflicto y "una peligrosa expansión de la guerra de Rusia".
Añadir miles de soldados norcoreanos al mayor conflicto de Europa desde la Segunda Guerra Mundial aumentará la presión sobre el cansado y sobrecargado Ejército de Ucrania. También avivará las tensiones geopolíticas en la península de Corea y la región más amplia del Indo-Pacífico, incluidos Japón y Australia, según funcionarios occidentales.
El presidente ruso, Vladímir Putin, trata de remodelar la dinámica del poder global y para ello buscó impulsar un contrapeso a la influencia occidental con una cumbre la semana pasada en Rusia de los países BRICS, que incluyó a los líderes de China e India. Putin ha buscado ayuda directa para la guerra de aliados como Irán, que ha suministrado drones, y Corea del Norte, que ha enviado grandes cantidades de municiones, según los Gobiernos occidentales.
Ucrania, cuyas defensas están bajo una severa presión rusa en su región oriental de Donetsk, podría recibir más noticias sombrías de las elecciones presidenciales estadounidenses de la próxima semana. Una victoria de Donald Trump podría hacer que la ayuda militar clave de Estados Unidos disminuya.
El Ministerio de Defensa ruso anunció este lunes que las tropas rusas han capturado la aldea de Tsukuryne en Donetsk, el último asentamiento en sucumbir a la lenta embestida rusa.
Euronews