El mundo registró 46.000 muertes por COVID-19 la semana pasada, la cifra más baja desde principios de noviembre de 2020 y un descenso del 9,6 % respecto a los siete días anteriores, según las estadísticas facilitadas este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó en rueda de prensa que la pandemia se encuentra en uno de sus niveles más bajos de los últimos 12 meses, aunque las cifras son todavía "inaceptables".
Los contagios en el planeta también bajaron durante la semana pasada, un 7 %, y fueron 2,8 millones, la cifra más baja desde principios de julio.
Tedros subrayó que todas las regiones en el mundo están experimentado un descenso de casos "excepto Europa, donde varios países están sufriendo nuevas olas de casos y fallecimientos".
El máximo responsable de la OMS insistió en que sigue siendo preocupante el bajo nivel de vacunación contra la COVID-19 en muchas naciones en desarrollo, pues 56 de ellas no lograron el objetivo de administrar dosis a al menos un 3 % de su población antes del fin de septiembre, como se había marcado el organismo internacional.
"Aún más países corren el riesgo de no conseguir la tasa del 40 % a finales de año", otra meta fijada por la OMS, subrayó un Tedros que volvió a pedir a los gobiernos y farmacéuticas "con control sobre el suministro global de vacunas" que donen dosis al programa COVAX y otras iniciativas para la redistribución de estos productos.
El director general indicó que tres países del mundo ni siquiera han comenzado sus programas de vacunación contra la enfermedad: Burundi, Eritrea y Corea del Norte.
En el acumulado desde el inicio de la pandemia, se han registrado oficialmente 238 millones de casos de COVID-19, de los que 4,8 millones fallecieron.
Se han administrado en el planeta 6.500 millones de vacunas, con lo que un 47 % de la población mundial ha recibido al menos una dosis, aunque en las economías más pobres ese porcentaje apenas llega al 2,5 %.