Madrid aplica restricciones de movilidad en 37 áreas sanitarias

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, detalló que se afectan a más de 850.000 personas con la medida

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este viernes "medidas de restricción de movilidad" en las 37 áreas de Madrid más afectadas por la incidencia del coronavirus.

Según el desglose anunciado por Ayuso, la decisión se aplica a 6 distritos de la capital madrileña y a ocho municipios de la Comunidad Autónoma, en los que se ha alcanzado la cifra de 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes.

"Queda restringida la entrada y la salida en estas áreas, salvo para cuestiones necesarias y básicas como pueden ser la asistencia médica u obligaciones laborales, legales, educativas o el cuidado, por ejemplo, de personas mayores o cualquier cuestión de fuerza mayor", explicó Ayuso.

Aunque, según detalló la presidenta "se puede circular dentro de estos perímetros", las reuniones privadas "se tendrán que reducir a seis personas" como máximo. Asimismo se impondrá "una reducción de los aforos, con carácter general, del 50%", y se suspenderá la actividad en parques y jardines hasta nueva orden.

La norma por la que el Ejecutivo regional impone estas restricciones entrará en vigor el próximo lunes. La presidenta ha destacado en cualquier caso que la estrategia implementada desde su administración se basará en "diagnosticar, en aislar los contagios y en ayudar a que cada ciudadano se recupere pronto y vuelva a la normalidad".

Los datos que arroja la pandemia de coronavirus en la Comunidad de Madrid no dejan de preocupar desde hace varias semanas. Actualmente es la región más afectada por la pandemia de toda Europa. Aglutina más de un tercio de los positivos diarios (1.613 en la última jornada) y de los fallecimientos semanales con covid-19 (138 en la última semana) en el país. En las últimas dos semanas se han detectado 43.939 casos del total de 181.959 acumulados desde el inicio de la propagación del SARS-CoV-2.

Una gestión polémica

Este jueves el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, envió una carta a la presidenta madrileña para solicitarle una reunión para coordinar esfuerzos ante la preocupante situación epidemiológica de la región que Díaz Ayuso aceptó inmediatamente. Se espera que el encuentro tenga lugar la próxima semana.

Lo cierto es que la errática gestión de la pandemia de la presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido escrutada durante los últimos meses. Ya en mayo fue muy criticada por su insistencia para que la región pasara a la fase 1 del desconfinamiento, lo que propició que su directora de Salud Pública dimitiera tras negarse a firmar el informe que avalaba que la región estaba preparada.

Su pase a esa fase 1 estuvo condicionada, entre otros compromisos, a la contratación del suficiente número de rastreadores, un número que no llegó hasta más de tres meses después, cuando el incremento de contagios diario ya hacía sospechar que de los brotes se había pasado a la transmisión comunitaria.

A partir de ese momento, Díaz Ayuso mantuvo un frente abierto con el Gobierno de España exigiendo el fin del estado de alarma, que mantenía como mando único al Ministerio de Sanidad, y reclamando volver a tener todas las competencias, sobre todo las de Sanidad, llegando a sostener el 8 de mayo: "Yo soy la responsable de que esto salga bien o mal. Lo asumo y lo asumiré".

Tras recuperar las competencias, el 21 de junio, se ha asistido al incremento progresivo de los positivos detectados diariamente y ya en las últimas semanas la presidenta madrileña ha hecho reiterados llamamientos para reclamar la intervención del Gobierno, acusándole de dejación de funciones.

Durante estos meses se ha criticado duramente la inacción del gobierno regional de Díaz Ayuso, que no ha contratado al número suficiente de rastreadores ni ha reforzado la atención primaria, colapsada desde el mes de marzo. Numerosos centros de la región trabajan con una plantilla mermada, que en ocasiones no alcanza la mitad de sus efectivos, con casos como el del centro de salud de Abrantes, en Carabanchel, uno de los distritos más afectados por la pandemia, que desde el 26 de agosto no contaba con ninguno de los 16 médicos que debía tener para atender a 30.000 vecinos.

Además, la región, a pesar de su situación epidemiológica, ha sido la última en implementar medidas como la implantación de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios públicos tanto abiertos como cerrados y también la última en establecer otras restricciones, como la limitación horaria de establecimientos de restauración y bares, que solo pueden estar abiertos hasta la 01:00 horas.

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