Un grupo de legisladores republicanos de Georgia ha presentado una propuesta para que José Antonio Ibarra, el inmigrante venezolano acusado de asesinar a la estudiante Laken Hope Riley, sea condenado a la pena de muerte.
El crimen, ocurrido el pasado 22 de febrero en el campus de la Universidad de Georgia, ha conmocionado a la comunidad local y generado un debate sobre la pena capital. Los legisladores que apoyan la medida argumentan que la brutalidad del asesinato y la falta de remordimiento del acusado justifican la pena máxima.
Sin embargo, la propuesta ha generado controversia. Algunos sectores argumentan que la pena de muerte es un castigo cruel e inusual, y que no hay evidencia de que disuada a los criminales de cometer delitos. Otros critican la politización del caso y señalan que la decisión sobre la pena de muerte debería ser tomada por un juez o un jurado, no por políticos.
El caso de Ibarra aún se encuentra en la fase de investigación y no se ha fijado una fecha para el juicio. La defensa del acusado ha argumentado que no es culpable por razones de salud mental.