Latinoamérica cada vez más rezagada en libertad de prensa

Según Reporteros Sin Fronteras, solamente Uruguay y Costa Rica mantiene altos estándares con los periodistas

Los informes de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para Latinoamérica, no gozan de buenas noticias. Muchos países en la región descendieron más en su clasificación de indicadores para la libertad de información y de prensa.

En abril de 2020, esta organización señaló que los peores parados son Cuba y Venezuela. Ambos comparten nexos ideológicos y una evidente falta de respeto por la prensa libre, a la que constantemente acosan y censuran de formas cada vez más sofisticadas.

La isla todavía prohíbe en su Constitución la existencia de medios privados. En la nación petrolera, agobiada por una fuerte crisis de todos los niveles, la llamada Ley Contra el Odio ha resultado una forma de silenciar a periodistas y acusarlos de cualquier delito. La pandemia ha servido para ir encarcelando a reporteros usando a las fuerzas de seguridad estatales.

Nicaragua es otro país que tiene la misma fijación de ideología política que las dos naciones antes mencionadas. Tanto el gobierno de Daniel Ortega, como sus partidarios, atacan sin descanso a la prensa independiente, buscando silenciarla. Al igual que en Venezuela, los diarios impresos están casi extintos.

Durante las protestas sociales ocurridas en el continente, Chile y Ecuador experimentaron agresiones a trabajadores de la prensa. Quienes iban a cubrir las manifestaciones, salían agredidos en los sitios del suceso.

Haití y México fueron los dos países donde se vieron periodistas asesinados. En el primero, pasó por el contexto del descontento que hay contra el presidente Jovenel Moïse. La prensa era violentada cada vez que una protesta se presentaba.

México, contó 10 profesionales de la comunicación muertos en 2019, y la administración de Andrés Manuel López Obrador no ha logrado frenar esta violencia. Guatemala y Honduras también siguen en esa escalada, donde la prensa es agredida siempre, y los reporteros son amenazados de muerte. Muchos han tenido que exiliarse.

Por su parte, en Colombia se observó que el gobierno de Iván Duque no ha podido frenar estos ataques. Los trabajadores de la información siguen siendo amenazados o secuestrados por sus labores.

Bolivia había mantenido amenazas a la prensa con Evo Morales al frente. Cuando el exmandatario consumó el fraude electoral, las violencias siguieron, y más aún, cuando presentó su dimisión y asumió Jeanine Áñez.

Argentina suele mantener un estatus equilibrado en cuanto a la prensa, pero los reporteros denunciaron agresiones durante la cobertura de protestas en 2019, que llevaron a ganar la presidencia a Alberto Fernández.

Los únicos dos países de la región que no reportan periodistas agredidos son Uruguay y Costa Rica, que mantienen altos estándares de puntaje al hablar de libertades de información.