Un grupo de diputados y senadores de la Duma Estatal ha presentado un proyecto de ley que permitiría suspender por decisión judicial la prohibición de las actividades de las organizaciones, incluidas las extranjeras e internacionales, catalogadas como terroristas, como parte del trabajo legal necesario para eliminar a los talibanes de la lista de organizaciones terroristas.
Los talibanes no se mencionan directamente en el proyecto de ley. La nota explicativa señala que la nueva norma pretende eliminar una laguna legal: la ley carece actualmente de un procedimiento para suspender el procesamiento de una organización reconocida como terrorista en caso de cambio en la naturaleza de sus actividades.
Así lo informa la publicación 'Insider', indicando las condiciones de los posibles cambios: "en presencia de datos fácticos de que dicha organización, tras su inclusión en la citada lista, ha dejado de realizar actividades de propaganda, justificación y apoyo al terrorismo o de cometer delitos".
Anteriormente, el Secretario del Consejo de Seguridad, Serguéi Shoigú, como parte de la delegación rusa en Kabul, declaró que Rusia tiene previsto retirar a los talibanes de la lista de organizaciones terroristas, y pretende reforzar los lazos políticos y económicos bilaterales con Afganistán.
En octubre, el enviado especial de la presidencia rusa para Afganistán, Zamir Kabulov, prometió que los talibanes serían eliminados pronto de la lista de organizaciones terroristas. Afirmó que el Ministerio del Interior y el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB) ya estaban completando el "trabajo legal" necesario para ello.
El estatus de organización terrorista, según 'Insider', no impide a los talibanes cooperar con Moscú. La embajada rusa en Kabul siguió funcionando después de que los talibanes tomaran el poder en Afganistán en 2021, y representantes del movimiento visitan regularmente Rusia. "Los talibanes son aliados para Moscú en la lucha contra el terrorismo", declaró además el presidente ruso, Vladímir Putin.
Los talibanes son aliados para Moscú
Vladímir Putin
Presidente de la Federación de Rusia
Es imposible evaluar adecuadamente la política de Moscú hacia Kabul al margen de las realidades históricas. Si las causas y consecuencias de los 10 años de "ayuda soviética al pueblo hermano de Afganistán" requieren un análisis especial y profundo, los más de 30 años de relaciones de Rusia con este país están llenos de contradicciones.
Aunque sólo sea por el hecho de que Vladímir Putin aceptó apoyar en 2001 la invasión de Afganistán por la coalición liderada por Estados Unidos. Y ello tras una década de relaciones mutuamente beneficiosas con los muyahidines, cuando no de amistad. Los expertos se inclinan a concluir que en aquel momento, como en cualquier otro, la Federación Rusa estaba más interesada en garantizar la estabilidad de las fronteras meridionales de los Estados de Asia Central y, gracias a ello, de las suyas propias.
Las cuestiones del narcotráfico, el contrabando de armas y la influencia transfronteriza de los grupos radicales islámicos también han estado vinculadas todo el tiempo a las esperanzas de garantizar la estabilidad en el "inestable" Afganistán, que lleva décadas en esa situación.
Pero ya en abril, cuando Moscú anunció por primera vez la posible retirada de los talibanes de la lista de organizaciones terroristas, se recordó a los observadores que Rusia podría verse atrapada entre los monstruos mitológicos de Escila y Caribdis.
"Como resultado de su propia política controvertida de larga data en Afganistán y del enfrentamiento directo con el grupo terrorista Estado Islámico en Siria, Rusia se ha encontrado en una situación en la que el apoyo a los talibanes se percibe como la única forma posible de lograr la estabilidad en la región.
Sin embargo, puede que esta apuesta tampoco resulte rentable", afirmó Artemy Kalinovsky, profesor de Historia y Ciencias Políticas de la Universidad de Temple. - Si los talibanes no consiguen consolidar su poder en el país, el autodenominado Estado Islámico se desplazará hacia el norte, hacia las repúblicas centroasiáticas, lo que aumentará gravemente la amenaza para la seguridad de Rusia".
Las repúblicas centroasiáticas también están resolviendo a su manera los problemas con su vecino. En junio, Kazajistán decidió retirar a los talibanes de su lista de organizaciones terroristas, alegando que interferían en la cooperación normal. Tanto Rusia como Kazajistán explican sus acciones por el hecho de que los talibanes tienen todo el poder real en Afganistán.
Euronews