Miles de personas han asistido a los funerales de 11 de los 12 jóvenes muertos en un ataque con cohetes desde Líbano que impactó el sábado en un campo de fútbol de los Altos del Golán, bajo control israelí.
El Ejército israelí dijo que el ataque fue el más letal contra civiles en Israel desde que lanzó la guerra sobre Gaza en octubre.
Israel asegura que fue Hezbolá, que al igual que Hamás está respaldado por su archienemigo, Irán, el responsable del ataque y prometió represalias.
"Hezbolá, el apoderado de Irán en la región, no será exonerado por este suceso, ni siquiera con sus absurdos desmentidos. Dispararon, cargarán con el precio y pagarán un alto precio por sus acciones", declaró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
Durante la noche, el Ejército israelí afirmó haber atacado varios objetivos dentro de Líbano, aunque su intensidad fue similar a la de meses de combates transfronterizos. Hezbolá también afirmó haber atacado Israel, aunque no se informó inmediatamente de víctimas.
El sábado, en una acción poco habitual, Hezbolá se apresuró a negar cualquier implicación en el ataque del sábado en Majdal Shams, que la comunidad internacional reconoce como parte de Siria, lo que ha avivado el temor a que se inicie una guerra regional más amplia en Oriente Próximo.
En Tokio, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que "el terrorismo no tiene justificación", pero advirtió contra una escalada.
"Subrayo su derecho (de Israel) a defender a sus ciudadanos y nuestra determinación de asegurarnos de que puedan hacerlo. Pero tampoco queremos una escalada del conflicto. No queremos que se extienda. Ése ha sido uno de nuestros objetivos desde el primer día", afirmó.
El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, declaró este domingo que el Gobierno había pedido a Washington que instara a Israel a la moderación, en un intento de calmar la situación.
Al parecer, el Gobierno estadounidense envió un mensaje a Hezbolá a través de Beirut para que también mostrara moderación.
Hezbolá comenzó a lanzar cohetes contra Israel al día siguiente de la incursión de Hamás en Israel, el 7 de octubre, e Israel ha respondido atacando con aviones y drones lo que considera infraestructura militar de Hezbolá.
La mayoría de los ataques se han limitado a la zona a ambos lados de la frontera, aunque Israel también ha asesinado a dirigentes de Hezbolá y Hamás más al norte.
Decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera han evacuado la zona.
Desde principios de octubre, los ataques aéreos israelíes en Líbano han matado a más de 500 personas, en su mayoría miembros de Hezbolá, pero también a unos 90 civiles. En el lado israelí han muerto 22 soldados y 24 civiles.
Euronews