En la región de Calais, norte de Francia, hay un campo de inmigrantes que esperan llegar al Reino Unido, pero el país galo está por colapsar ante la gran cantidad de personas que están fluyendo allí.
Por ello, la Oficina Francesa de Inmigración e Integración (OFII), ha preparado un plan especial, que consiste en ofrecer dinero a los inmigrantes que quieran dejar el país voluntariamente, además de un vuelo de regreso a sus naciones de origen ya pagado.
Esto va dirigido a esas personas cuya situación sea irregular, no hayan podido conseguir el tan deseado asilo y estuvieran más de seis meses allí. El total del dinero que el gobierno francés ofrece es de 1.850 euros (2.250 dólares).
"Les ofrecemos la posibilidad de volver a casa. Recibimos rechazos a diario", asegura Pierre-André Henot, uno de los agentes de migración que sale a ofrecer el plan de regreso a los migrantes.
El oficial asegura que la palabra clave es "voluntario", lo que significa que no obligan a las personas a irse de Francia, sino que tocan la puerta para ver quiénes de los que buscar ir a Reino Unido y no hayan podido regularizar su situación, quiera volver por su propio deseo a su país de origen.
"No es que quiera volver, pero no puedo soportarlo más. He perdido la esperanza. Han pasado cuatro años desde que dejé Sudán y no ha pasado nada bueno", declaró a la AFP un migrante sudanés de nombre Mashou, quien sí pidió el regreso voluntario a su nación.
Pero el plan no acaba allí. Además, el gobierno galo ofrece 3.500 euros adicionales a los que vayan a retornar para que puedan financiar un proyecto en sus países y tengan para subsistir.
Juan Afonso
