Más de 40 familiares de las víctimas de un accidente aéreo en Brasil se congregaron el domingo en una morgue y hoteles de Sao Paulo mientras expertos forenses trabajaban para identificar los restos de las 62 personas que fallecieron. Además, tres investigadores del gobierno francés arribaron para sumarse a las indagatorias.
El gobierno estatal de Sao Paulo dijo que los dos motores del avión fueron retirados del sitio del accidente el domingo por la tarde, más de dos días después del incidente. El resto de los escombros ya había sido retirado. Los cuerpos de 34 hombres y 28 mujeres fueron recuperados el sábado.
El ATR-72 bimotor turbohélice, operado por la aerolínea brasileña Voepass, se dirigía al aeropuerto internacional de Guarulhos en Sao Paulo con 58 pasajeros y cuatro tripulantes cuando se estrelló el viernes en la ciudad de Vinhedo, 78 kilómetros (49 millas) al norte de la metrópolis. Voepass dijo que tres pasajeros con documentación brasileña también llevaban documentos venezolanos, y uno tenía documentos portugueses.
ATR es una empresa franco-italiana. Los protocolos internacionales de aviación recomiendan que los investigadores del país de origen del avión den seguimiento a las investigaciones en suelo extranjero cuando ocurra un accidente en el que esté involucrada una de esas aeronaves. Las autoridades locales indicaron que los tres investigadores franceses en Brasil trabajan en BEA, siglas en francés del organismo europeo para la seguridad de la aviación civil.
Los cuerpos del piloto Danilo Santos Romano y su copiloto, Humberto de Campos Alencar e Silva, fueron los primeros en ser identificados. Otros 10 cuerpos han sido identificados desde entonces, dijeron las autoridades locales. Uno de los cadáveres ya está listo para ser enterrado, y se tenía previsto que otros siete lo estuvieran el domingo, informó el gobierno del estado de Sao Paulo.
La aerolínea dijo en un comunicado enviado a The Associated Press que Romano acababa de cumplir su primer año completo en el puesto de comandante. La empresa brasileña lo contrató en noviembre de 2022 como copiloto. Su experiencia con Voepass incluía 5.202 horas de vuelo, todas en aviones del modelo ATR, el único que posee la empresa.
Había al menos ocho médicos a bordo, indicó el gobernador del estado de Paraná, Ratinho Júnior. También se confirmó la muerte de cuatro profesores de la universidad Unioeste, ubicada en el oeste de ese estado.
Liz Ibba dos Santos, una niña de 3 años que viajaba con su padre, era la única menor de que se tenga conocimiento que estuviera en la lista de pasajeros. También se encontraron los restos de Luna, una perra que viajaba con una familia venezolana.
La morgue de Sao Paulo comenzó a recibir los cuerpos el viernes por la noche, y pidió a los familiares de las víctimas que llevaran radiografías e historiales médicos y dentales para ayudar a identificar los cadáveres. También se tomaron muestras de sangre con el fin de apoyar las labores de identificación.
Los pocos familiares que hablaron sobre la tragedia lo hicieron en redes sociales.
Tânia Azevedo, que perdió a su hijo Tiago en el siniestro, fue alojada en uno de los hoteles de Sao Paulo. Dijo en una publicación que estaba aguardando para ir a la morgue.
“Creo que Tiago está en algún lugar intentando ayudar a los demás heridos que también necesitan luz y amor”, señaló. “No pude ir (a la morgue). Estoy aquí esperando. Está oscuro aquí; yo también necesito algo de luz y amor”.
Las imágenes grabadas por testigos mostraban al avión caer en barrena hasta estrellarse contra el suelo en el interior de una zona residencial cerrada. Se desató un incendio que consumió el fuselaje. Los residentes indicaron que no hubo heridos en tierra.
Fue el choque aéreo más letal en el mundo desde enero de 2023, cuando 72 personas murieron a bordo de un avión de Yeti Airlines en Nepal, el cual perdió sustentación y se estrelló mientras se disponía a aterrizar. Ese aparato también era un ATR 72. El informe final atribuyó el siniestro a un error del piloto.
AP