Evacuación y repatriación marcan la lucha contra el coronavirus en China

El Gobierno de Shanghái anunció un programa para racionar las mascarillas tras la escasez 

Los extranjeros en China están siendo evacuados y los chinos en el extranjero serán repatriados en breve, tras la lucha contra el coronavirus, que deja ya al menos 213 muertos en el país asiático, en el epicentro de Wuhan.
Este viernes un avión de la compañía española Wamos Air, fletado por el Gobierno del Reino Unido, despegó a las 09.45 hora local (01.45 GMT) del aeropuerto de Wuhan con un centenar de británicos, una veintena de españoles y otros ciudadanos europeos rumbo a Londres y a Madrid.

También Seúl decidió repatriar a los ciudadanos surcoreanos atrapados por la cuarentena "de facto" imperante en Wuhan desde el jueves de la semana pasada y cuya fecha final la determinará solo la evolución de una situación considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como emergencia internacional.

En caso contrario, hacia China, volarán aquellos ciudadanos que se encuentren en el extranjero y cuya procedencia sea la provincia de Hubei, de la que es capital Wuhan.

Dificultades para los ciudadanos de China

 La portavoz jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, aseguró este viernes que la decisión de repatriarles se tomó "a la vista de las dificultades prácticas con las que se han topado en el extranjero los ciudadanos de la provincia de Hubei, en especial los de la ciudad de Wuhan".

Por eso, en un comunicado, la cancillería china indicó que "el Gobierno ha decidido enviar vuelos chárter para traerlos directamente de vuelta a Wuhan lo antes posible".

El texto no precisó plazos, ni el número de ciudadanos de Hubei que podría haber en estos momentos fuera de China, ni en qué consisten esas "dificultades prácticas".

No obstante, las redes sociales registraron protestas en los últimos días por parte no solo de chinos sino de otros ciudadanos asiáticos por el rechazo sufrido en distintos países a consecuencia de sus rasgos físicos, en un momento de incertidumbre internacional respecto al virus.

A esas dificultades se les suman otras: la cancelación de los vuelos a China por parte de varias aerolíneas, el cierre de fronteras decretado por varios países o, en el caso de Singapur, la no admisión de ciudadanos con pasaporte de la República Popular China.

No se encuentran mascarillas

En vista de que el número de contagio aumenta a diario, los chinos han hecho acopio de mascarillas, que se ha convertido en un complemento que ni siquiera la contaminación de las ciudades había logrado convertir en imprescindible.

En varias tiendas de productos básicos y farmacias han colgado el cartel de "agotadas", y la capacidad de producción de éstas en China se está viendo limitada por las vacaciones del Año Nuevo, por lo que muchas de las prendas de protección están llegando desde el extranjero.

Con una escasez galopante de mascarillas y con la población presa de la incertidumbre, el Gobierno de Shanghái anunció este viernes un programa para racionar las mascarillas que implicará tener que registrarse para poder comprarlas y que solo dará acceso a cinco unidades por familia.

 

EFE

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