El parlamento escocés aprobó el martes los planes para poner a los tampones y a las compresas, entre otros productos sanitarios, a disposición de todas las mujeres. Así, esta nación —una de las cuatro que integran el Reino Unido, junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte— se convertirá en la primera del mundo en conceder este derecho.
La legislación haría que los tampones y las toallas sanitarias estuvieran disponibles de forma gratuita en lugares públicos designados, como centros comunitarios, clubes juveniles y farmacias, a un costo anual estimado de 24,1 millones de libras (31,2 millones de dólares).
El proyecto de la Ley sobre Productos del Período (de disposición gratuita) pasó por su primera etapa con 112 votos a favor, ninguno en contra y una abstención. Ahora pasa a la segunda etapa, donde los miembros del parlamento escocés descentralizado pueden proponer enmiendas.
Durante el debate, la proponente del proyecto de ley, Monica Lennon, dijo que su aprobación sería un “momento decisivo para la normalización de la menstruación en Escocia, y para enviar una verdadera señal a la gente de este país sobre la seriedad con la que el parlamento toma la igualdad de género”.