Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, en inglés) anunciaron este miércoles que iniciaron un estudio para analizar por qué una minoría de quienes han recibido las vacunas contra la covid-19 de Pfizer y Moderna han desarrollado reacciones alérgicas graves.
El estudio se centrará en "si la gente que es muy alérgica o tiene un desequilibrio relacionado con los mastocitos enfrenta un mayor riesgo de desarrollar una reacción alérgica inmediata y sistémica a las vacunas de Moderna o Pfizer y BioNTech", indicaron los NIH en un comunicado.
Hasta ahora, los casos documentados de reacciones alérgicas graves después de recibir esas vacunas han sido "raros", pero han generado una "preocupación comprensible entre la población", dijo en el comunicado el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci.
En el estudio participarán 3.400 adultos de entre 18 y 69 años, que se someterán a pruebas en hasta 35 centros académicos de investigación de alergias en Estados Unidos.
Alrededor del 60 % de los participantes tendrán un historial de reacciones alérgicas graves o un diagnóstico de una enfermedad de los mastocitos, como la mastocitosis, mientras que un segundo grupo, el 40 % del total, no lo tendrán, explicaron los NIH.
La mastocitosis es una enfermedad rara que afecta fundamentalmente a la piel, aunque también puede provocar daños en la médula ósea, los huesos y el tubo digestivo.
Los mastocitos son un tipo de célula blanca que pertenecen al tejido conjuntivo y se originan en las células madre de la médula ósea, participando en los procesos inflamatorios y alérgicos.
Además, estas células se encuentran en la mayoría de los tejidos del cuerpo y sintetizan y almacenan histamina, una sustancia importante en las respuestas alérgicas, así como heparina, un anticoagulante.
Unos dos tercios de los participantes en el estudio serán mujeres, porque la mayoría de las reacciones alérgicas graves a las vacunas en general, y a las de Pfizer y Moderna en particular, han ocurrido entre la población femenina, precisaron los NIH.
Los investigadores analizarán cuántos participantes del estudio tienen una reacción alérgica sistémica en los 90 minutos siguientes después de recibir la inyección con una dosis de cualquiera de esas vacunas, y estudiarán el mecanismo biológico que puede estar detrás de esas respuestas.
Se espera que los resultados del ensayo clínico, de fase dos, estén disponibles hacia finales de este verano, que en Estados Unidos termina en septiembre.