La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) presentó una demanda ante la Fiscalía General de Alemania contra el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman que, según reveló un informe de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, ordenó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en octubre de 2018. La querella fue presentada por crímenes de lesa humanidad por este caso y la detención de al menos 30 periodistas en el reino.
Para Reporteros Sin Fronteras (RSF), Alemania es el país más competente en materia legal, debido a que tiene jurisdicción sobre crímenes internacionales aun cuando hayan sido cometidos en el extranjero. Y este país ya ha dado muestra de ello con la reciente condena contra el exagente de los servicios secretos sirios, Eyad Alghareib, por tortura.
Ahora, el turno de la justicia alemana es para investigar sobre la presunta implicación del príncipe heredero de la corona de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, en la tortura y asesinato contra el periodista de ese país, Jamal Khashoggi, cuyo caso horrorizó al mundo.
La demanda interpuesta por la organización humanitaria, con sede en París, se produce justo pocos días después de que el Gobierno de Estados Unidos revelara un informe de las agencias de inteligencia de su país que concluyó que el monarca aprobó y ordenó “capturar o matar” al reportero del Washington Post, que fue un férreo crítico de la corona saudita.
“La conclusión es que aún no se ha hecho justicia apropiada para Jamal”, dijo Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras, quien agregó que los resultados de la investigación de EE. UU. fortaleció el caso de su organización.
Según el reporte, la operación tuvo como objetivo “usar medidas violentas para silenciar a disidentes en el exterior, incluyendo a Khashoggi”, quien fue asesinado el 2 de octubre de 2018, luego de ingresar al consulado saudita en Estambul, Turquía.
Cuatro altos funcionarios del reino también fueron denunciados
La querella de RSF, ante la Fiscalía General del Tribunal Federal de Justicia de Alemania, también fue entablada contra los ocupantes de cuatro altos cargos en el territorio saudita, sospechosos de participar en el crimen.
Se trata de Saud al Qahtani, uno de los principales asesores del príncipe heredero, y el mayor general Ahmed al-Assiri, exsubjefe de inteligencia, Mohammed al-Otaibi, que se desempeñaba como cónsul general de Arabia Saudita en Estambul, Turquía, en el momento de la muerte de Khashoggi, y Maher Mutreb, un oficial de inteligencia que presuntamente dirigió el equipo enviado para interceptar al periodista en la capital turca.
Las acusaciones de la organización contra Arabia Saudita incluyen homicidio, tortura, desaparición forzada, persecución y "responsabilidad organizativa o ejecutiva" en la muerte de Khashoggi.
Asimismo, RSF denuncia las detenciones de al menos 30 periodistas, entre 2012 y 2019. Los demandantes alegan que los funcionarios sauditas son responsables de la persecución "generalizada y sistemática" de reporteros en el reino.
El lunes, el reino volvió a refutar las acusaciones en su contra. El embajador de Arabia Saudita ante la ONU, Abdallah Al-Mouallimi, cuestionó el informe de inteligencia y dijo que "se basa en podría haber y debería haber, y no se acerca a probar la acusación más allá de toda duda razonable".
Reporteros Sin Fronteras admitió que la investigación del caso por parte de la justicia alemana llevará tiempo, pero señaló que confía en que este país coopere para acabar con un sistema que "amenaza la libertad y la vida de todo periodista en Arabia Saudí, en concreto de quienes critican abiertamente al Gobierno".
