China ha reiterado su amenaza de tomar "las contramedidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos" tras la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles del 10% a China por, supuestamente, no hacer lo debido para frenar la producción de precursores químicos del fentanilo.
La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores emitida el domingo no mencionaba ninguna medida de represalia específica, pero señalaba que "China pide a Estados Unidos que corrija sus malas acciones, mantenga la dinámica positiva duramente ganada en la cooperación antinarcóticos y promueva un desarrollo estable, sólido y sostenible de la relación entre las autoridades chinas y las estadounidenses".
Así, el Gobierno de China afirma que la medida implantada por Estados Unidos viola las normas de la Organización Mundial del Comercio y ha prometido llevar el caso ante el organismo que rige el comercio mundial.
El Ministerio de Seguridad Pública formuló el domingo acusaciones casi idénticas, y el Ministerio de Comercio también emitió una declaración redactada en términos muy precisos con respecto a este asunto.
Donald Trump acusa a China de permitir la producción de fentanilo, que luego se transforma en pastillas en México y se introduce y distribuye de contrabando en Estados Unidos. El opiáceo, cuyo consumo tiene unos efectos devastadores, provoca unas 70.000 muertes anuales por sobredosis de esta droga.
El Gobierno de China indica que Estados Unidos debe rendir cuentas en lugar de "amenazar a otros países con subidas arbitrarias de aranceles", como ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores, que prosigue: "Estados Unidos tiene que ver y resolver su propio problema con el fentanilo de forma objetiva y racional. China es uno de los países más restrictivos del mundo en materia de lucha contra los estupefacientes, tanto en términos de política como de su aplicación".
Los expertos afirman que China ejecuta cada año a un número desconocido de personas por contrabando de drogas, pero el consumo interno de sustancias prohibidas es relativamente bajo. Según el comunicado del Ministerio de Seguridad Pública, Estados Unidos no ha comunicado ninguna incautación de precursores de fentanilo procedentes de China desde que Pekín empezó a tomar medidas legales.
El enorme déficit comercial de China con Estados Unidos, que alcanzó casi el billón de dólares estadounidenses (unos 977.000 millones de euros) el año pasado, ha sido un blanco constante de las quejas de Donald Trump. Los aranceles encarecerían los productos chinos para los consumidores estadounidenses, que en última instancia tendrán que pagar una parte significativa del coste de importar de todo, desde juguetes a ropa.
El vital mercado de exportación chino podría verse afectado si los consumidores estadounidenses deciden "comprar productos de Estados Unidos". La economía nacional china no ha respondido a una serie de estímulos respaldados por el Gobierno, mientras que los proyectos de infraestructuras en el extranjero y otras grandes iniciativas gubernamentales que se suman a la ya elevada deuda pública del país amenazan con un mayor estancamiento económico.
Esto ya está empezando a hacer descarrilar el impulso del presidente chino, Xi Jinping, para superar a Estados Unidos en indicadores económicos y políticos clave, amenazando su objetivo último de 'conquistar' la república insular de Taiwán y afirmar la primacía china en la región del Indo-Pacífico.
Frenar la inmigración ilegal también ha sido uno de los mensajes políticos centrales de Donald Trump, y este asunto fue nombrado en las acciones arancelarias contra los vecinos estadounidenses México y Canadá. Las llegadas ilegales procedentes de China se consideran una fracción de esas cifras, pero Trump ha puesto sobre aviso a prácticamente todos los países de que exigirá responsabilidades por los ciudadanos de otras naciones que entren en Estados Unidos al margen de la ley.
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