El Tribunal Supremo de Dinamarca condenó el jueves a un joven de 20 años que tosió en la cara a unos policías de ese país y luego gritó “corona”, alegando tener la enfermedad. El condenado no estaba contagiado.
Al joven lo condenaron en base al artículo 119 del Código Penal danés, pues este incurrió en “amenaza de violencia contra dos agentes", como reconoció el imputado, además de haber intentado escapar de la ley, violando el artículo 124 de la misma normativa.
Esto ocurrió en marzo del año pasado en la ciudad de Aarhus, Región Central de Dinamarca. Una patrulla detuvo el vehículo que conducía el veinteañero, quien alegó que estaba ebrio cuando cometió aquella locura y venía de celebrar su cumpleaños.
Los agentes estaban haciendo verificaciones de rutina ante el COVID-19. El tribunal lo absolvió en primera instancia por toser a los policías, pero sí fue procesado y condenado por intentar escapar de los uniformados. Luego, él mismo se entregó.
Pero la pena, que iba a ser de tres meses, se amplió a cuatro meses por unas disposiciones legales en torno al coronavirus que reforzaron las actuaciones de ley.
Juan Afonso