Las nuevas normas fiscales de Bruselas se utilizan ahora contra los miembros del bloque más partidarios de la austeridad, ya que la Comisión Europea ha señalado hoy a los halcones fiscales de los Países Bajos, Austria y Alemania por su elevado gasto. Los planes de gasto de Italia, Francia y Grecia, considerados hasta ahora como los más despilfarradores del bloque, obtuvieron luz verde de Bruselas, como parte de un proceso anual de revisión de los presupuestos nacionales.
La noticia llega en un momento en el que el Gobierno francés se tambalea tras un presupuesto difícil de aprobar por la subida de impuestos, y Alemania se dirige a las urnas para unas elecciones nacionales en las que es probable que su maltrecha economía ocupe un lugar central.
La COVID-19 y la consiguiente crisis energética llevaron a la UE a abandonar en gran medida las normas fiscales, que obligan a los miembros del euro a mantener el déficit por debajo del 3% del PIB. Cuando hubo que reescribir esas normas para la era postpandémica, los miembros septentrionales de la UE fueron los negociadores más duros. El ministro de Hacienda alemán, Christian Lindner, pidió "reglas automáticas" con "puntos de referencia numéricos" para garantizar el cumplimiento de unas normas que en la práctica suelen ignorarse.
Ahora Alemania es uno de los dos Estados miembros que, según las evaluaciones, no respeta plenamente los techos de gasto, y ni siquiera ha presentado un plan a medio plazo dentro de los plazos fijados por Bruselas. Esto podría ser explosivo a nivel nacional. En febrero se celebrarán elecciones nacionales, después de que Lindner abandonara la coalición tripartita del canciller alemán, Olaf Scholz.
"Alemania no tiene resultados porque tenemos un Gobierno dividido", declaró a 'Euronews' Stefan Berger, eurodiputado del partido de centro-derecha CDU. "Ahora vemos que tenemos problemas en innovación, que tenemos problemas con las inversiones, y esa es la razón por la que Alemania entra en crisis económica", añadió Berger.
Austria, Bélgica, Bulgaria y Lituania también se encuentran entre los países que aún no han enviado sus deberes fiscales, debido a las elecciones o a las conversaciones de coalición en curso. "En el caso de Austria, se prevé que su déficit se mantenga por encima del 3% en los próximos años", declaró el martes a la prensa Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea.
"La Comisión considerará proponer la apertura de un procedimiento de déficit excesivo", añadió, sugiriendo que Austria será sometida a un escrutinio adicional por parte de Bruselas, junto con Bélgica, Francia e Italia, que ya fueron señaladas por su elevada deuda antes del verano.
Según las nuevas normas, la Comisión debe evaluar no sólo el presupuesto para el próximo año, sino una senda creíble a largo plazo para el déficit. Los Países Bajos, que en julio pasó a estar gobernada por una coalición liderada por el Partido de la Libertad de Geert Wilders, de extrema derecha, es el único de los 21 países evaluados que suspende. El 15 de noviembre, la Comisión predijo que el déficit de los Países Bajos pasará del 0,2% este año al 2,4% en 2026, debido en parte a los recortes del impuesto sobre la renta y al aumento de la inversión pública.
En conversaciones con funcionarios de la UE, las autoridades neerlandesas "indicaron que renunciaban a su derecho a presentar un plan revisado", aceptando en su lugar cifras alternativas de la Comisión que suponían un menor crecimiento, dijo Dombrovskis. A otros países se les concedió más tiempo, siete años en lugar de cuatro, para controlar el déficit.
Es el caso de Francia, donde las negociaciones sobre el presupuesto anual amenazan con hacer caer el Gobierno en minoría de Michel Barnier. La líder de la Agrupación Nacional de extrema derecha, Marine Le Pen, ha dicho que votará en contra de la confianza de Barnier si no se sale con la suya en cuanto a los impuestos sobre la electricidad y el nivel de las pensiones. La eurodiputada socialista francesa Claire Fita declaró a 'Euronews' que centrarse en equilibrar las cuentas es un error.
"Lo que hace falta es proteger las cualificaciones, el empleo y el desarrollo que necesitamos crear en el continente europeo", dijo Fita: "Si [Francia] busca la austeridad, como parece proponer, es un error".
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