La primera víctima mortal del coronavirus fue un hombre de 60 años y con problemas de salud. No fueron casuales la edad ni los antecedentes médicos.
Según un informe elaborado por la Comisión Nacional de Salud china (NHC), alrededor del 80% de las más de 2.000 personas que murieron desde que comenzó el brote son personas de 60 años o más, y el 75% tenía enfermedades previas, como diabetes. La tasa de mortalidad es de 2,1%, una cifra mucho menor que el casi 10% del SARS que surgió en 2002-2003 y mató a 800 personas en todo el mundo.
Un nuevo estudio reveló que no era casual el sexo de la primera víctima. El Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades reveló esta semana, que aunque los hombres y las mujeres se han infectado en números casi iguales, la tasa de mortalidad entre los varones es 2,8%, en comparación con el 1,7% de las mujeres.
Los hombres también se vieron afectados de manera desproporcionada durante los brotes de SARS y MERS. Según un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, más mujeres que varones fueron infectadas por el SARS en Hong Kong en 2003, pero la tasa de mortalidad entre los hombres fue 50% más alta.
En cuanto al MERS, alrededor del 32% de los caballeros que lo contrajeron terminaron muriendo, en comparación con el 25,8% de las mujeres.
Ahora bien, ¿Por qué las mujeres tienden a resistir este tipo de virus? Los científicos afirman que hay distintos factores.
Hay un patrón biológico: el cuerpo de los hombres tiende a generar una respuesta inmunológica más débil contra las infecciones. Sabra Klein, un científico de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, sostuvo que “este es un patrón que hemos visto en muchas infecciones virales del tracto respiratorio: los hombres pueden tener peores resultados”.
“Hay algo en el sistema inmunológico de las mujeres que es más exuberante”, agrgeó Janine Clayton, directora de la Oficina de Investigación sobre la Salud de la Mujer de los Institutos Nacionales de Salud.
Lo negativo para el sexo femenino es que esa mayor protección tiene un efecto colateral. Las mujeres son mucho más susceptibles a las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus, en las que el sistema inmunológico se pone en marcha y ataca a los propios órganos y tejidos del cuerpo. Casi el 80% de las personas que padecen enfermedades autoinmunes son mujeres.
Sea cualquier caso, las causas profundas por las que las mujeres tienen respuestas inmunológicas más fuertes no están del todo claras, y la investigación aún se encuentra en una etapa inicial. Hay factores biológicos que parecen tener un papel importante. La hormona sexual femenina, el estrógeno, favorece la inmunidad. A eso se suma el hecho de que las mujeres son portadoras de dos cromosomas X, que también contienen genes relacionados con la inmunidad.
Las diferencias en el cuidado del propio cuerpo también juegan un rol importante. En China, que tiene la mayor población de fumadores del mundo (316 millones de personas), solo el 2% de las mujeres fuman, en comparación con más de la mitad de los hombres.
Los hombres chinos también tienen tasas más altas de diabetes tipo 2 y mayor presión arterial, lo que aumenta el riesgo de complicaciones después de la infección con el coronavirus. Por último, los índices de enfermedad pulmonar obstructiva crónica son casi el doble entre los varones que entre las mujeres.
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