Empresas Polar emitió un comunicado este jueves sobre un posible plagio a uno de sus productos. En concreto se habla de la margarina Primor.
El nombre, para Polar, es de una marca de arroz que se extiende a pastas y crema alimenticia a base de arroz, pero no margarina. Sobre ese último rubro, está Mavesa, que es muy conocida en el mercado venezolano.
Una pequeña investigación de Latin Press, probó que no existe un plagio como tal haca Polar por el nombre Primor. De hecho, la mencionada margarina es parte de la empresa Bunge International Limited, fundada en Países Bajos en 1818, y desde 1905, es decir, hace 115 años, opera en Brasil.
Primor es uno de los tantos productos que la compañía fabrica en Brasil, e involucra margarinas, mayonesa y aceite vegetal comestible.
Aparición en Venezuela
Esta margarina, al igual que otros productos alimenticios brasileños, apareció en 2016 en Venezuela, producto de la fuerte escasez de comida que se vivió en el país de forma sostenida, y en la que mucha gente reportó haber perdido peso por dieta forzada.
Esto significó un alivio al desabastecimiento que los comercios pequeños y grandes experimentaron ese año por el colapso del sistema socialista.
El producto lleva cuatro años y caló bastante en el mercado venezolano, porque además, su precio es asequible para muchos bolsillos golpeados por la hiperinflación, que han ido desplazando a
Mavesa de sus preferencias porque es algo más cara y la gente necesita economizar.
Si bien Polar es la empresa autorizada para utilizar el nombre Primor para sus productos, el caso es que esta importación forzada de rubros por la escasez de comida no ve limitaciones de derechos de autor.
Normas sanitarias
En el comunicado, Polar advirtió algo realmente cierto: el producto no está contantd con las normas sanitarias correspondientes.
"La comercialización de alimentos para consumo masivo que no indique en su empaque el número de registro sanitario, constituye un incumplimiento de la regulación nacional en materia sanitaria. Esto representa un riesgo para la salud de los consumidores, ya que se trata de productos que no han sido sometidos a la debida revisión y control por parte del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud", señaló la empresa.
Al verificar cualquier producto brasileño, se puede notar que no están debidamente registrados por el Ministerio de Salud, para ser avalados para el consumo del venezolano, lo que además viola todas estas normativas.
Juan Afonso
